Ocho personas, dedicadas a la venta de droga sintética, están tras las rejas, luego de un operativo de la Policía de Manizales y la Fiscalía 22 local, en que 150 hombres de la Sijín y el CTI realizaron seis allanamientos en Chipre, El Carmen, La Castellana, Campoamor, Sinaí y San José.

La investigación arrancó en enero, cuando llegó una denuncia sobre la venta de droga sintética en clubes nocturnos ubicados entre la Plaza de toros y La Uribe. Los detenidos, que deberán responder por concierto para delinquir, tráfico y fabricación de estupefacientes, les incautaron $3 millones 100 mil representados en 100 dosis de marihuana, 10 dosis de 2CD, 10 dosis de cocaína, un tarro de ketamina (medicamento controlado) utilizada para producir droga sintética, 3 grameras, material de empaque y $126 mil en efectivo.

La investigación

A los hoy capturados los individualizaron con el apoyo de los uniformados de los CAI Olaya, El Carmen, Estambul y Chipre. Además, hubo interceptación telefónica de seis personas. Durante los 11 meses se obtuvieron evidencias y pruebas de la venta y compra de la droga, reconocimientos fotográficos, entrevistas, allanamientos e inspecciones a procesos judiciales, pues la red estaba conformada por delincuentes reincidentes en hurto, homicidio y venta de estupefacientes.

"Visitamos cada club nocturno durante los fines de semana, nos sentamos tan cerca como pudimos de los vendedores, notamos que con facilidad hacían amistad con las trabajadoras sexuales. Por ejemplo, si el cliente necesitaba droga, ellas la recogían y se las entregaban a los clientes. En las discotecas observamos que la venta era mucho más difícil de percibir, pues a los vendedores solo llegaban clientes de confianza, que previamente se comunicaban por whatsapp para coordinar", explicó un investigador.

Los análisis determinaron que podría existir permisividad en algunos clubes nocturnos y discotecas, debido a que siempre lo hacen las mismas personas. Si esto se comprueba, podría aplicarse extinción de dominio.

"Se escuchaban conversaciones con lenguaje cifrado. Así fuimos identificando los roles de cada uno", anotó el investigador. Fabricaban tusibi (cocaína rosada) y otras usando ketamina, cafeína, esencias y colorantes. Popper, éxtasis y ácidos los traían de otras ciudades.  

El cabecilla es alias Mondongo, residente en el barrio San José, quien conseguía y procesaba droga en un pequeño laboratorio que tenía en el barrio Sinaí. Lo acompañaba Hernán, segundo en la estructura.

A la vivienda de este último llegaron los uniformados, antes de la operación, y la allanaron. Encontraron evidencias de la forma en qué la fabricaban.

Luego de ser empacada, la droga pasada a otra casa ubicada en Campoamor. Allí Brayan cumplía funciones de almacenista. Y en la línea de expendedores se identificó a Maja, Sarco, Chucha y Yeison. La red vendía productos que van desde los $15 mil hasta los $180 mil.

Uno más

En otra línea de venta de droga común y sintética, que no tiene relación con la primera, los investigadores identificaron a Castro o Fidel, del barrio El Carmen.

Tiene condenas por hurto, homicidio y tráfico de estupefacientes. Lo detuvieron en flagrancia por tráfico de estupefacientes. Según las investigaciones, en audios se escucha cobrar arrendamientos por el expendio de ollas de vicio en su barrio. Se contactaría constantemente con alias Guacamayo, quien está detenido.