LA PATRIA | MANIZALES

La escena causó estupor. En plena vía, al lado de la bicicleta amarilla en la que se dirigía a su trabajo, estaba el cuerpo de Mauricio Arias Giraldo, de 42 años, asesinado al final de la tarde del lunes en La Florida (Villamaría), cerca del supermercado del sector.

Sicarios que lo aguardaban en el lugar le dispararon en la cabeza. Cuando los organismos de socorro acudieron a auxiliarlo, lo hallaron sin signos vitales. Arias Giraldo fue policía. Actualmente laboraba como guarda de seguridad en La Florida. A la hora del homicidio se dirigía para el trabajo.

Una mujer que lo conoció desde el colegio indicó que era una gran persona, honesto, transparente, disciplinado, muy callado y buen trabajador. Estaba casado.

"Lo conocí cuando tenía 15 años. Estudiamos en el San Pío X, nos graduamos juntos, se fue para la Policía y años después nos encontramos. Me pidió que lo ayudara a trabajar en una empresa de vigilancia. Llevaba año y medio de guarda de seguridad". Las autoridades aún no tienen indicios de las causas del atentado.

Los datos

• El año pasado se registraron 11 homicidios en Villamaría.
• Este año van cuatro: Brayan Nodier Flórez Henao, de 18 años, con arma blanca; Nalliver Felipe Hurtado Osorio, de 21, con arma de fuego; William Humberto Suárez, de 41, con arma de fuego; y el del pasado lunes.

Dos homicidios en el oriente

A Pedro Julio Ramírez Badabé, de 44 años, lo asesinaron a las 6:30 de la tarde del lunes en la vía que de La Dorada conduce a Norcasia, en un sector conocido como el paso nivel. Al parecer, dos hombres lo interceptaron y le dispararon en la cabeza y en el abdomen, en seis ocasiones.

Era un comerciante conocido como Carriel en el puerto caldense, durante años tuvo con un puesto de verduras en la calle 16 entre carrera 5ª y 6ª, donde también era propietario de un billar.

El mismo lunes, en Norcasia, por el sector de la antigua plaza de ferias, asesinaron a Jhon Jairo Álvarez Arango, de 26 años de edad, apodado el Mecánico. Lo ultimaron con tres tiros de arma de fuego en la cabeza. Era de Samaná.