Le pidieron un vaso de agua para matarlo

LA PATRIA | MANIZALES

Durante las últimas semanas Antonio Claret Giraldo Marín, de 58 años, se mostró callado y preocupado, según explicaron sus familiares. Era difícil que dijera si le pasaba algo, pero hasta las personas con las que trabajaba notaron el cambio de actitud.

El pasado sábado a la 1:35 de la tarde, al hombre oriundo de Risaralda (Caldas) lo asesinaron de dos impactos con arma de fuego dentro de su vivienda en la vereda Alto del Zarzo, de Manizales, cerca de Cenicafé, aunque según la Policía Metropolitana, pertenece a Villamaría. Laboraba como almacenista del consorcio de la antigua vía que comunica con Chinchiná.

Un vaso de agua

Antonio estaba en compañía de un conocido en las afueras de su casa arreglando su moto cuando dos muchachos de aproximadamente 25 años se acercaron en una bicicleta y le pidieron un vaso de agua. Él entró a la cocina, mientras su esposa descansaba junto con su hija en una cama.

Al salir, uno de los dos desconocidos sacó un arma de fuego y le disparó. La mujer se levantó a ver lo que pasaba, pero la víctima alcanzó a entrar y la empujó para que no le fuera a dar alguna bala. Una de esas penetró un muñeco, golpeó la pared y cayó sobre la cama.

El señor, ensangrentado, cayó malherido dentro de la vivienda mientras que los delincuentes escaparon hacia Chinchiná. Sus familiares salieron a pedir ayuda, pero ningún carro se detuvo. Un momento después llegaron las patrullas de Policía, pero no pudieron dar con los agresores. Antonio falleció en el sitio donde lo atacaron.

"Todo indica que los agresores son de Chinchiná. Al parecer, tenían alguna deuda con la víctima. Estamos haciendo las pesquisas para confirmar la identidad de los homicidas", sostuvo el coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía de Manizales.

Familia

Antonio llevaba 30 años de casado y tenía seis hijos. Sus exequias se realizarán hoy en Chinchiná.