LA PATRIA | MANIZALES
122 uniformados han sido agredidos este año al atender casos en los diferentes barrios de Manizales y Villamaría. La cifra la entregó la Policía Metropolitana, que a la vez reportó 118 capturas por violencia contra servidor público, entre enero y octubre.
Los casos más recientes ocurrieron con un hombre que cacheteó a un policía, unos jóvenes que atacaron con arma blanca a unos patrulleros y un sujeto que recibió a bala a las autoridades. Terminó muerto.
Según el nuevo Código de Policía, quien irrespete o rete a la autoridad policial, incumpla, desobedezca o interrumpa la labor de un uniformado, se resista a la aplicación de una medida o norma y agreda de cualquier manera o le lance objetos o sustancias recibirá una multa de $735.418.
De otra parte, el Código Penal establece que quien ejerza violencia contra servidor público, por razón de sus funciones, incurrirá en prisión de cuatro a ocho años. Este delito no es excarcelable.
Esto lo evidenció un habitante del barrio Solferino, de 42 años, a quien mandaron para La Blanca por dos años por pegarle a un uniformado con la raíz de un árbol, para evitar la captura de su hijo, sindicado de un robo.
¿No se respeta a la autoridad?, se le preguntó al coronel Jorge Alberto Jaramillo, comandante de la Policía Metropolitana. "Las cifras son muy altas. Falta educar más a los ciudadanos para que comprendan que alguien debe reglar las relaciones entre los seres humanos. Para eso estamos los policías. Se requiere más tolerancia y entender que mis derechos terminan donde comienzan las de los demás. Sin embargo, en Manizales la mayoría de gente es educada y respete a la autoridad", contestó.
El antropólogo Santiago Castellanos consideró que esa institución ha vivido dos momentos. Desde el 2000, dijo, se dio la profesionalización y el acercamiento al ciudadano. "Antes de eso era muy reaccionaria y no estaba enmarcada en el respeto a los derechos humanos, no le jugaba a eso. Ahora sí. No había un ejercicio de acercamiento a la comunidad, era represiva. Por eso la gente la ha rechazado. Culturalmente somos violentos e intolerantes, no solo con la autoridad, también entre nosotros, y de manera desproporcionada", subrayó.
El coronel Jaramillo añadió que la institución entrena constantemente al personal sobre tolerancia, respeto a los ciudadanos, el nuevo Código de Policía, el Código Penal y el de Procedimiento Penal.
El antropólogo aclaró que quizá las personas no han visto a los uniformados como una autoridad.
"Cuando a usted lo atracan y los llama, no llegan o se demoran. Cuando se ventilan casos de corrupción en la institución, no la miran como autoridad. Por eso no la respetan. Hay que decir que la mayoría de uniformados son buenos y que la gente de zonas muy vulnerables tiene infinidad de problemas, espera que la autoridad los resuelva, pero se le sale de las manos. Por eso la reciben mal", indicó Castellanos.
El comandante de la Metropolitana reconoció que cuando un uniformado se enfrenta a una posible agresión, primero debe mediar y/o dialogar. "De esa manera se busca disuadir a las personas alteradas o involucradas en riña. La gente debe comprender que un policía tiene autoridad y debe hacerla efectiva. Lo último que se usa es la fuerza. En caso de utilizarla, que sea de manera gradual y proporcional a cada caso particular que se enfrente".
El antropólogo sugirió un trabajo de educación, para que la gente no vea al policía solamente como el que llega a desalojar, a bajarle al equipo y a hacer represión. El Ejército, expresó, se ha acercado mucho a la comunidad con trabajo con todas las personas. "La Policía debe ser menos represiva, más comunitaria y educativa".
Existen artículos en el nuevo Código de Policía que podrían mermar o aumentar los casos de agresión a las autoridades. Por ejemplo, el 35, parágrafo 1 y 2, reza que irrespetar a los uniformados o incumplir y desacatar sus órdenes conlleva a una sanción económica. Lo que puede resultar preocupante es que algunos policías se extralimiten y abusen de la autoridad y "se enamoren", como se dice popularmente, de una persona.
El antrólopo Santiago Castellanos consideró que el Código debe tener como principio constitucional el no abuso policial. "Creo que ayudará a reducir las agresiones siempre y cuando se aplique apegado a los Derechos Humanos y a la Constitución".
Por su parte, el coronel Jorge Alberto Jaramillo, comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, indicó que el Código ha permitido reducir los ataques contra servidores y también algunos delitos. "Lo más importante es que seguiremos dando instrucción, mantendremos parámetros de control y garantizaremos el adecuado cumplimiento de los procedimientos y procesos".
El coronel Jorge Alberto Jaramillo, comandante de la Policía Metropolitana, habló de los procesos contra uniformados.
El policía, como cualquier ciudadano, tiene derecho al debido proceso. Si es una queja, pasa al comité de recepción y atención de quejas. Y ese comité determina si se traslada a la parte disciplinario o penal. En ambos casos el proceso es igual como el de cualquier funcionario público.
Reciben las quejas en el Comando, la Estación Manizales, la Sijín o cualquier unidad de Fiscalía. Si el ciudadano desconfía, puede acudir a los entes de control. Tengan la certeza de que somos transparentes en las decisiones y lo que nos interesa es prestar un buen servicio con todo el rigor y firmeza.
El siguiente cuadro muestra los casos y las capturados de este año por la Policía Metropolitana por violencia contra servidor público.
Mes Casos Capturas
Enero 21 19
Febrero 9 9
Marzo 9 9
Abril 11 7
Mayo 10 12
Junio 16 16
Julio 16 14
Agosto 10 8
Septiembre11 13
Octubre 9 12
Nota: 109 casos y 103 capturas fueron en Manizales.
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