El misterio sobre los dos cadáveres hallados en el Lago Balsora de Chinchiná poco a poco se resuelve. El martes pasado las autoridades descubrieron los cuerpos, pero no lograron identificarlos.
El jueves Medicina Legal de Pereira reveló que uno de los muertos era Rafael Alberto Corrales, de 40 años. Y el viernes pasado dio a conocer el nombre de la otra víctima, se trata de Andrés Felipe Cárdenas Chacón.
Las investigaciones señalan que Cárdenas es natural de Casabianca, municipio del norte de Tolima. El fin de semana su cuerpo permanecía en Medicina legal de la capital de Risaralda.
A Corrales, el primer identificado, al parecer lo atacaron en la vivienda donde vivía hace 12 años, en Villamaría. El ciudadano, trabajador de una empresa de café, estaba desaparecido desde el sábado de la semana pasada.
El hallazgo
Una llamada alertó el pasado martes a las 5:30 de la tarde a los uniformados de la Estación de Policía de Chinchiná. La información indicaba que en la parte sur del Lago Balsora, en el
límite de este municipio con Palestina, flotaba un cuerpo sin vida.
Los policías acudieron al lugar junto con Bomberos, hallaron el cadáver y cuando daban aviso a las demás autoridades encontraron otro. Ambos correspondían a hombres, estaban atados
de pies y manos y no presentaban señales de tortura.
Desde el principio una de las hipótesis que manejaron las autoridades fue que el primer cuerpo podría pertenecer a Rafael Alberto Corrales, de 40 años, quien desapareció el sábado
pasado en Villamaría. Sus señales se asimilaban a las del hombre buscado, lo que se confirmó dos días después del hallazgo.
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