Familia de Óscar Romario Vergara Vergara insiste en que él no era un delincuente

LA PATRIA | MANIZALES

El dolor de la familia Vergara, por la muerte de Óscar Romario, aumentó cuando la Policía les reportó a los medios de comunicación, entre ellos LA PATRIA, que había sido asesinado por disputas ocasionadas por el microtráfico. Seis meses después, antes de la audiencia de verificación del preacuerdo, que será hoy, la familia de la víctima insiste en que él no era un delincuente.

Alias Gaviria fue quien lo mató por la espalda, con tres disparos, el 24 de enero de este año. Fue capturado minutos después en su casa del barrio José Restrepo, donde se escondía.

La familia de Óscar Romario lamentó las primeras versiones sobre su muerte. Johana, su hermana, indicó que él no tenía nada que ver con ese mercado ilegal: "Mi hermano era consumidor, no un expendedor", aseveró.

Johana agregó que él estaba en proceso de rehabilitación, pues las drogas lo tenían muy afectado. En la fundación Fe y Vida pasó las fiestas de diciembre y el 16 de enero salió por un permiso que pidió su hermana, que viajaba esa semana para el exterior.

"Estaba muy cambiado, espectacular, nos dieron el permiso y él estuvo conmigo, compartimos mucho. Yo viajé el 19 de enero y él quedó por fuera, pero a los días tenía que presentarse de nuevo en el centro de rehabilitación", contó. Por algún motivo Óscar Romario decidió no volver a la fundación. Les pidió a sus familiares confianza y tranquilidad para demostrarles que sí podía vivir sin las drogas, pero recayó.

El día de su muerte, según Johana, estaba comprando estupefacientes cerca de la casa de Gaviria, en el sector Cinco, de Pío XII. "Es falso que mi hermano era jíbaro", anotó Johana. Narró que la historia entre él y Gaviria, su asesino, data del 2017, cuando este último intentó robarle una gorra, pero no pudo porque Vergara se defendió y lo hirió con arma blanca en un brazo. "Desde ahí él quedó con rabia y rencor hacia mi hermano, pero nosotros no le prestamos atención a eso", recordó.

Todo estuvo tranquilo porque Óscar Romario se cuidaba y prefería no pasar cerca de la casa de su verdugo. "Ir al centro de rehabilitación relajó las cosas aún más, pero salir de allí le costó la vida".

"Las cosas se quedaron así, todo iba muy bien, hasta el 23 de enero me llamaron y me comentaron la noticia. Fue muy duro porque él ya estaba muy bien, no sanndo del todo, pero mejor", lamentó.

Hoy, a las 8:30 a.m. es la audiencia de verificación del preacuerdo al que llegó Gaviria con la Fiscalía. Al parecer le quitarán el agravante, por lo que pagaría una pena cercana a los 17 años.