Estaba lejos de Anserma (Caldas) cuando ocurrió el homicidio

LA PATRIA | ANSERMA

A 242 kilómetros de distancia se encontraba un ansermeño el día que mataron al indígena William Guagarava Flores, de 30 años, en el municipio del Bajo Occidente de Caldas.

El caso ocurrió el 31 de marzo. Sin embargo, meses después al supuesto asesino lo capturaron, no solo por el hecho, sino también por el secuestro, tortura y violación a una testigo.

El abogado defensor, Hernando Rocha Escobar, probó que su cliente no tenía relación con la investigación. El secuestro de la testigo ocurrió tres meses después del asesinato al indígena. “El 18 de junio abordaron a la mujer en las afueras del municipio, la subieron a un carro y la llevaron a una finca”.

La retención se dio durante un fin de semana. El domingo en la noche la soltaron los captores, no sin antes someterla a un acceso carnal violento.

Rocha Escobar le demostró a la Fiscalía que el día del homicidio su cliente comenzó a laborar en una empresa en Yumbo (Valle). Su registro de entrada fue a las 7:56 a.m.

“El asesinato sucedió a las 10:00 a.m., pero a las 10:20 a.m. mi cliente colocó un correo electrónico en la empresa. Mi representado salió a las 6:50 p.m".

De allí se fue para la Universidad Católica de Cali, en donde estudia hasta las 9:00 p.m. “Con eso probamos que debía revocarse la medida de aseguramiento y efectivamente el juez de control de garantías vio que la documentación es válida”.

Acerca de la investigación por secuestro, acceso carnal, tortura y extorsión, la defensa probó que su cliente estaba en una fiesta en la noche, es decir, durante las horas en las que se cometió el rapto a la mujer. Al día siguiente, cuando permanecía retenida, el investigado presentó las pruebas Saber Pro”.

Otro juez de garantías revisó este último hecho y también le dio la razón a la defensa.