Es posible que se concilie por tragedia de Cervantes

LA PATRIA | Manizales

El miércoles 11 de junio a las 8:30 de la mañana los abogados que defienden a Aguas de Manizales y a la Alcaldía de Manizales, por el deslizamiento del barrio Cervantes, deberán presentar a la Fiscalía Seccional 13 de Manizales una propuesta de indemnización para los afectados.

Así se acordó la semana pasada en la audiencia preliminar en la que se conocieron las aspiraciones de los lesionados. Sin embargo, por solicitud de la Fiscalía y los abogados de los demandantes, se decidió que se presente una oferta conciliatoria unificada, que incluya a las víctimas mortales.

El 5 de noviembre del 2011 una derrumbe sepultó a 48 personas, en la mañana de ese sábado. Las familias de las víctimas buscan que los responsables los indemnicen por los daños que les causaron. Por otra parte, Aguas de Manizales busca conciliar con los afectados.
Extraoficialmente se ha conocido que las pretensiones de los lesionados y de las familias de las 48 personas muertas en la tragedia ascienden a unos 45 mil millones de pesos.
Ante el monto, los abogados de Aguas de Manizales y su representante legal, Juan David Arango, solicitaron a la Fiscalía un mes más con el fin de estructurar una oferta que permita iniciar en firme el proceso de conciliación.

Para el ente acusador en el hecho se configura responsabilidad penal, por lo que luego de la conciliación imputaría cargos a funcionarios de Corpocaldas, Aguas de Manizales y de la Administración Municipal.

Los cargos serían lesiones personales culposas, homicidio culposo y prevaricato por omisión. Mientras se inicia en firme el proceso de conciliación, se espera el avance de la demanda ante el Tribunal Administrativo de Caldas, así como en varios juzgados administrativos de Manizales.

La Fiscalía se basa en las pruebas aportadas por un un estudio contratado con la Universidad Nacional de Colombia que determinó que la tragedia la ocasionó la suma del deterioro de la tubería de acueducto y la falta de un sistema de recolección de las aguas lluvias (de escorrentía) que caían sobre la parte alta de la ladera.