LA PATRIA | MANIZALES
Cristian Camilo Echeverry Sánchez, de 19 años, conocido como El Chili, fue asesinado el pasado sábado de una puñalada en el corazón. Integraba una barra del Atlético Nacional en Chinchiná. Este hecho de sangre se produjo el sábado al mediodía en la calle 9 con carrera 6, sector de la Galería, frente a decenas de campesinos que visitan este lugar en tiempo de cosecha.
Según narró un testigo, el campesino aprovechó la multitud, se le acercó y le clavó el puñal en el pecho. "Lo último que vi fue cuando se mandó la mano al corazón y luego cayó al suelo, bañado en sangre. Salí corriendo detrás del asesino".
El agresor, de 44 años, fue capturado por las autoridades a cinco cuadras del lugar del homicidio.
El cuerpo del joven lo velan en su casa de la calle 6 con bis, del sector de Ventiaderos, hasta donde llegaron los hinchas del Nacional a rendirle homenaje. Los integrantes de la barra se hicieron en la calle y cantaron. Lo recordaron como un excelente compañero y amigo. "Vamos a sentar nuestra voz de protesta e indignación por lo que pasó", expresó un amigo".
Como es costumbre en los otros municipios, cuando muere un integrante del equipo verde, los seguidores cubrieron el féretro con el escudo y la bandera del Atlético Nacional.
Luis Fernando Sánchez, representante de la barra en Chinchiná, dijo: "Lo que pasó fue una riña callejera. El municipio tiene estigmatizadas a las barras de fútbol. Este muchacho era muy sano. Esperaba que le saliera una oportunidad de estudio o trabajo".
Uriel Echeverry, abuelo de El Chili, narró: "Mi nieto llegó el sábado en la mañana y me dijo que le prestara un machete, que se iba a arreglar un asunto. Al parecer, programó pelea con otra persona. Le dije que no se fuera y me contestó que por allá estaban sus amigos. Me dijo que ya volvía y regresó muerto".
Integrantes de la barra contaron que este joven era un seguidor fiel y los acompañaba a todos los partidos. Cristian Camilo tenía otros tres hermanos y esperaba que le llegara la libreta militar.
Sus exequias se cumplirán mañana a las 4:00 de la tarde, en la Parroquia San Francisco, de Chinchiná, ya que sus familiares esperan que llegue un tío de Bogotá.
El coronel Luis Antonio Duarte, comandante de la Policía Caldas, explicó que se trató de un caso de intolerancia.
Manifestó que han tenido fines de semana con el decomiso de 80 armas blancas y los picos más altos, con 250. "Afortunadamente el cuadrante estaba en el sector, en lo que denominamos puntos calientes, y pudimos dar con el agresor en flagrancia".
Por el Plan Cosecha, la Policía dispuso de 300 efectivos para cuidar a los ciudadanos.
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