LA PATRIA | MANIZALES

Una familia caldense no solo debe soportar el dolor por la forma en que asesinaron a uno de sus integrantes. Ahora el drama es para que les entreguen el cuerpo y darle cristiana sepultura.

A la víctima, que cumplió 16 años el pasado 5 de agosto, la hallaron decapitada, con las manos cercenadas y flotando en aguas de un río de un municipio del Valle del Cauca. Los motivos de su muerte son un misterio.

Incluso los familiares de la menor prefieren callar, no especular y esperar que las autoridades resuelvan este macabro asesinato.

Se enteraron de su muerte por redes sociales, cuando la gente empezó a subir fotos y videos. Los allegados supieron que era ella por unos tatuajes en las piernas, otro en un seno y unas iniciales en un tobillo.

"Estamos tristes, impotentes, la familia ha ido por el cuerpo y no lo entregan. Dicen que hay tres opciones: identificarla plenamente con prueba dactilar, con la dental o por ADN. Nos explicaron que esta última podría tardar entre 2 y 6 meses. Queremos darle sepultura rápido. Somos pobres, pero podemos reunir a amigos y allegados para recoger lo que cuesta la prueba de ADN. Nos respondieron que no se podía", indicó una familiar de la víctima.

Añadió que una amiga de la menor les contó que la adolescente, por Facebook, le explicó el miércoles 16 de agosto que estaba con un amigo, debajo de un puente. Desde ese día le perdieron el rastro. Las autoridades presumen que la habrían asesinado al día siguiente. Familiares aseguran que tenía malas compañías.

Carlos Eduardo Valdés, director Nacional de Medicina Legal, le dijo a LA PATRIA: efectivamente se tomaron muestras para ADN del cadáver y luego de los familiares. Estas se analizan en el laboratorio de genética de Cali. Espero resultados a más tardar en ocho días. La demora es por la calidad de la muestra del cuerpo.

El dato

Los familiares y amigos de la menor planean realizar una marcha para exigir justicia.