Bandas de delincuentes que están presos en las cárceles crearon una nueva estrategia para sacarles plata a sus víctimas. Están alternando las llamadas extorsivas con una modalidad de estafa.
LA PATRIA conoció el caso de una persona de Manizales a la que llamaron dos hombres haciéndose pasar por agentes de la Policía corruptos. El que habló primero le dijo a la víctima que tenía un sobrino, con nombre propio, que estaba detenido porque le hallaron un arma de fuego ilegal.
Enseguida le comunicó a un segundo hombre, quien se presentó como sargento Rojas. Muy seguro le dijo que el sobrino iba a purgar de 8 a 12 años de prisión por portar una pistola.
Sin embargo, le ofreció como solución el pago de un millón de pesos para dejar libre al joven. Dinero que por supuesto quedaría para el sargento porque según sus palabras lo que quería es colaborarle al encartado.
Este medio consultó con el Gaula de la Policía de Caldas, donde informaron que esa modalidad delictiva es una estafa y está ocurriendo en todo el país. Sin embargo, asegura que las llamadas las hacen las mismas bandas de extorsionistas que operan desde las cárceles.
La trampa de la estafa
El pasado miércoles un medio nacional hizo pública una denuncia sobre esta modalidad de estafa en Bogotá. El mismo día LA PATRIA conoció que las autoridades investigan varios casos en Caldas.
Entre las exigencias que le hicieron a la víctima estaba hacer una recarga al número celular 320 4129403. Este medio logró que le respondieran después de varios intentos.
Fingiendo ser una víctima un periodista le preguntó al hombre que respondió por la situación de un supuesto joven capturado con un arma. Esta persona de inmediato dijo que era el sargento Rojas y se desbordó en detalles sobre el hallazgo de una pistola 9 mm y dijo que era de uso privativo de las Fuerzas Militares.
Las autoridades están alerta por esta modalidad, pues sospechan que a los delincuentes les está resultando más rentable estafar que extorsionar. En este sentido adelantan un trabajo entre investigadores del Gaula, Sijín y CTI para contrarrestar el accionar de esta bandas.
Denunciar de inmediato es la opción que ofrece el Gaula de la Policía de Caldas frente a las estafas como modalidad delictiva desde las cárceles.
La institución aclara que ningún miembro de la Policía puede pedir dinero. Independiente de que se trate de un suboficial verdadero o falso el que hace una llamada como la denunciada está violando la ley. Por eso insisten en que el caso sea reportado.
De manera adicional se aconseja tener bien referenciados los contactos familiares para verificar rápido la veracidad de la información que le están dando por teléfono y no caer en el engaño.
Las autoridades tratan de identificar los centros carcelarios desde los que están llamando los estafadores.
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