Cruz María Calle, líder social en Belalcázar, está amenazada

LA PATRIA | MANIZALES

A veces dicen ser del Clan del Golfo, otras veces de las Autodefensas Gaitanistas y en otras se presentan como miembros de Cordillera. Sin embargo, el común denominador para Cruz María Calle, en su rol de liderazgo social en Belalcázar, son las amenazas.

“Estoy pensando renunciar a todo lo que hago. No por falta de compromiso sino porque me da miedo”, asegura. No solo es defensora de derechos humanos, también lo es en materia ambiental, de mujeres y es representante comunal, entre otras luchas.

La más reciente intimidación fue de los autodenominados gaitanistas, quienes le exigieron que colaborara con ellos, no con dinero sino con militancia. “Somos del pueblo para el pueblo por el pueblo y a usted la quiere el pueblo. Usted nos puede colaborar”, recuerda que en esos términos le habló la voz al otro lado del teléfono.

Se negó, de nuevo, como siempre lo hace. Le exigieron entonces que desocupara el territorio, ya que era objetivo militar. Le dieron una hora para irse del municipio. En la actualidad tiene esquema de protección.

Amenazas de frente

La amenaza física más fuerte que recibió fue hace dos años, cuando viajaba de Chinchiná a Pereira, luego de participar en un encuentro de consejeros de cuencas, organización caldense que hace veeduría a los ríos del departamento.

En esa ocasión, para regresar a Belalcázar, abordó un bus hacia Pereira. Al mismo se subió una mujer que la llamó por su nombre y le hizo amenazas directas. En Dosquebradas se bajó y Cruz María siguió su camino, pero desde ese momento requirió el esquema de seguridad.

En otra ocasión se le acercó un hombre en Belalcázar y sin que el escolta asignado pudiera escuchar le murmuró textualmente: “Quédese quieta, no se haga matar”.

Recientemente apareció vinculada a un grupo de whatsapp denominado “tu destino, la muerte”. También le llegó a su messenger en otra ocasión un texto alusivo al asesinato contra Karina García, candidata a la Alcaldía de Suárez Cauca, el año pasado. “La mataron por chismosa y metida”.

El cúmulo de intimidaciones contra Cruz María jamás ha cesado. En agosto le hicieron una advertencia, que según las averiguaciones de las autoridades provino del Cesar.

En noviembre la llamó ocho veces un sujeto que se identificó como Ramiro Castro, de los gaitanistas. Este mes van dos llamadas de otro número. En el diálogo con este medio señaló que jamás se le había ocurrido hacer público su caso.

Sin embargo, lo conocimos a través de otro líder amenazado en el mismo municipio, José Antonio Vitonás Yatacué, quien también cuenta con esquema de protección.

El origen

El Gaula de la Policía conoce su caso. Aseguran que se trata de llamadas hechas desde las cárceles, lo cual ella misma reconoce en algunos casos, pero le inquietan mucho más las amenazas directas y de otro lado que jamás han dejado de marcarle a su teléfono en los últimos años.