LA PATRIA | MANIZALES

“Las formas de expresión de ideas en la protesta pacífica no pueden ser limitadas por no adecuarse a un lenguaje convencional, en términos de la Corte Constitucional, ´no se puede imponer una visión o idea particular de lo que puede ser expresado o no´”, señala un aparte de la providencia con la que un Juzgado de Manizales tuteló el derecho fundamental a la protesta social y pacífica de jóvenes de la ciudad.

Por eso le ordenó a la Alcaldía abstenerse de ejecutar acciones tendientes a censurar las expresiones que se utilicen en el curso de las manifestaciones.

“La Administración Municipal únicamente podrá convocar a reunión a los manifestantes sin entrar a establecer limitaciones a la libre expresión en la protesta pública. Se le ordena al comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, Raúl Vera Moreno, que se abstenga de pedir autorizaciones escritas o de otra índole a los manifestantes para expresar sus inconformidades de manera pacífica conforme a lo que establecen la Constitución Nacional y la Carta Interamericana de Derechos Humanos. Deberá impartir las instrucciones necesarias a los miembros de la Policía que estén bajo su mando”, señaló el fallo.

Arranque

Todo surgió por la intervención realizada en un muro próximo al intercambiador vial de San Marcel, el mes pasado. Los accionantes imploraron la protección de derechos fundamentales, entre ellos a la libertad de expresión artística del muralismo, absteniéndose de censurar el contenido de dichas obras que en ocasión de la protesta pacífica se realicen en Manizales.

El 15 de mayo, en San Marcel, frente al Puente La Libertad, se desarrolló una muestra artística alusiva al paro nacional, plasmando en el muro la frase Estado narcoparamilitar, lo que generó inconformidad en algunos sectores.

Por lo anterior y ante la imposibilidad de esas personas para contactar a los artistas, el 27 de mayo un grupo de ciudadanos borró el mensaje con pintura blanco.

“Refirieron que dicha situación se dio en presencia de una camioneta con placas oficiales y con una persona que portaba una camiseta de servicios especiales de seguridad y tapabocas de color militar, lo cual podría ser un delito. Allí surgió un acuerdo para pintar un muro ´bonito´, pero se estableció con un grupo de personas ajenas a las realizadoras del mural, por lo que, mediante redes sociales, se convocó a la ciudadanía y a los artistas a intervenir nuevamente el mural el 29 de mayo”.

Los jóvenes refirieron que, al momento de acudir al lugar donde se encontraba el muro, se encontraron con miembros de la fuerza pública, quienes les impidieron pintarlo. Explicaron que a la Administración se le informó previamente por redes sociales de esa intervención, pero les dijeron que se necesitaba un permiso del Invías.

Finalmente, al mediar con presencia de la Personería de Manizales y la Defensoría del Pueblo, los manifestantes pudieron intervenir artísticamente el muro una vez se obtuvo el permiso de la Alcaldía, pero les impusieron el compromiso de asistir a una reunión en la Administración para discutir sobre la viabilidad de otorgar o no permisos para posteriores intervenciones artísticas en murales.

“Se constituye en procesos sistemáticos de censura previa”, dijeron los manifestantes del colectivo Pinta Resiste.

De la Policía

En su respuesta a la tutela, el comandante de la Policía Metropolitana de Manizales, Raúl Vera Moreno, manifestó que la actividad tendiente a la conservación del orden público es de carácter preventivo, por lo que no puede imponerse a la institución una barrera para actuar en el marco de sus atribuciones legales.

Andrés Jiménez Ocampo, apoderado del Invías, expresó que la autorización de intervención de murales y espacio público es una obligación del Municipio, teniendo en cuenta el plan de ordenamiento territorial.

Las formas de expresión de ideas en la protesta pacífica no pueden ser limitadas por no adecuarse a un lenguaje convencional, en términos de la Corte Constitucional “no se puede imponer una visión o idea particular de lo que puede ser expresado o no”. Providencia.