LA PATRIA | MANIZALES

La oportuna información de un habitante del barrio Solferino permitió que las autoridades recuperaran una granada que alguien enterró en un patio.

Los uniformados del CAI Samaria recibieron una llamada en la que un ciudadano solicitó su presencia, pues se dio cuenta de que detrás de su casa enterraron el artefacto.

Al señor le parecieron extrañas algunas voces que oyó detrás de su vivienda, pues alguien habló sobre una granada. Al llegar los uniformados les mostró el lugar donde podría estar enterrado el artefacto. El grupo especializado de antiexplosivos lo halló, a pocos centímetros de la superficie.

El experto indicó que se trataba de una granada de fragmentación M26, en buen estado. La llevaron a un sitio alejado para destruirla controladamente.

Cuidado

El coronel Mario Fernando Guerrero Fonseca, comandante de la Policía Metropolitana, felicitó al ciudadano por la colaboración. Explicó que estas situaciones se dan tradicionalmente en dos casos: cuando alguien que prestó su servicio militar se lleva el elemento para guardarlo como recuerdo. O cuando la persona lo adquiere en el mercado negro para alguna acción delictiva o persuasiva.

"El llamado es a no guardar este tipo de elementos, que pueden causar una tragedia. Además, es un delito, similar a un porte ilegal de armas. En este caso de Manizales no hubo capturas. Al parecer, el dueño del artefacto lo enterró para evadir la acción de las autoridades".

Manifestó que una granada, enterrada, no genera peligro. Solo lo hace cuando se le retira el seguro y se acciona.

El coronel (r) Carlos Alfonso Velásquez explicó que es peligrosa si la desentierran personas sin experiencia en su manejo. "Al desenterrarla, el pin del seguro podría salirse, lo que la haría explotar".

La cifra

440 gramos es el peso de una granada de fragmentación M26.