LA PATRIA | MANIZALES

Un operativo de la Policía Metropolitana en el semáforo de Plaza 51, en el que detuvieron a un supuesto sicario, permitió salvar la vida de al menos tres personas, entre ellas la de dos prestantes abogados de Manizales. El supuesto asesino, desmovilizado del bloque Central Bolívar de las Auc, fue capturado el 18 de septiembre pasado.

El hombre iba en una moto DT y portaba un revólver. En audiencia de imputación aceptó los cargos por el delito de fabricación, tráfico y porte ilegal de armas. A la vez, aportó información de relevancia para beneficiarse del principio de oportunidad.

Manifestó que se dirigía a asesinar a un abogado importante de Manizales y que quienes lo contrataron eran integrantes de una familia adinerada de la ciudad. Al parecer, según las investigaciones de la Policía , los integrantes de esa familia buscaban obtener beneficios económicos acabando con la vida del jurista, pues adelanta procesos en contra de ellos, que no les permite acceder a una cuantiosa herencia.

Capturas

Gracias a las investigaciones aportadas a la Fiscalía Segunda especializada de Manizales, se le solicitó a un juez de control de garantías las órdenes de captura en contra de los supuestos autores intelectuales de este hecho.

El pasado sábado, a las 12:40 de la madrugada, en el Hotel Bambú, de Bogotá, capturaron a un hombre de 30 años, uno de los dos acusados de contratar al supuesto sicario, por los delitos de homicidio tentado agravado y concurso por porte ilegal de armas de fuego.

Ese mismo día, en la calle 20 con carrera 23, de Manizales capturaron a otro hombre, de 24 años, según orden emanada del Juzgado Cuarto Penal Municipal, con función de control de garantías, por el mismo delito del anterior. Ambos son primos.

En la audiencia

Según se informó ayer, los dos primos fueron presentados en audiencia ante la Juez segunda promiscua de Villamaría.

En esta, el fiscal aseguró que los dos jóvenes contrataron a un sicario para asesinar a un abogado penalista. Al jurista, en una oportunidad, se le acercó un vendedor de bolsas plásticas, que luego lo llamó por su nombre y le dijo que tenía algo importante para decirle.

El hombre le manifestó que lo habían contratado para asesinarlo. Se fueron a hablar a la oficina y los acompañó otro abogado.

El supuesto sicario les contó detalles del plan y le dio los nombres de los dos primos, que le ofrecieron $60 millones por la vuelta, más una casa que comprarían con el dinero de una sucesión. También, se dijo en la audiencia, debía asesinar al otro abogado y a un tío de los que lo contrataron. El homicidio debía ejecutarse el pasado 16 de septiembre, pero no coincidió en la hora de llegada del abogado. Dos días después, debía asesinarlo en su casa, pero el jurista ya se había ido. Lo persiguió por la Avenida Santander, pero se encontró con el retén policial en el que lo capturaron y le hallaron el arma. El supuesto sicario contó que estuvo detenido dos días y lo dejaron libre porque logró un acuerdo con el fiscal para contarle para qué era el arma, pues dijo que no recibió ayuda de los que lo contrataron y, además, supo que lo iban a matar también.

La lista

Los abogados, al escuchar todo esto, se fueron con el supuesto sicario para la Sijín, para que rindiera declaración. El hombre aceptó, pero puso como condición que estuviese el fiscal con el que había hecho el acuerdo. Así se logró la captura de los dos primos el pasado sábado y se vinculó a un tío de ellos que, al parecer, también estaba en la lista de los que debían ser asesinados por el sicario.

El coronel Mario Fernando Guerrero, comandante de la Policía Metropolitana, dijo que es de los mejores golpes que ha dado su institución, pues se evitó la muerte de varias personas. Destacó el trabajo entre policías del cuadrante, de tránsito y judicial.

No aceptaron

En la audiencia, los primos no aceptaron los cargos imputados, pese a que se escuchó una grabación en la que uno de ellos amenazó de muerte al jurista. Uno dijo que sí había hecho la llamada, pero que luego se disculpó con el abogado porque fue en un momento de rabia, pues "por culpa de él murieron su abuela y una tía".

Al parecer, todo arrancó en el 2008, cuando el abogado, en un proceso judicial, logró que un juez condenara a prisión domiciliaria al tío de los acusados y a una hermana de este, por una sucesión que no se habría hecho de la mejor manera.

Tal parece que le hicieron firmar a su propia madre un documento, aprovechando su delicado estado de salud, para que les cediera sus bienes avaluados en cerca de 20 mil millones de pesos.