Caldenses mueren en choques con busetas

LA PATRIA | MANIZALES

Dos caldenses perecieron en accidentes aislados mientras viajaban en motocicletas. El primer hecho ocurrió en Pereira (Risaralda) el pasado lunes en la mañana, mientras que en la noche del mismo día sucedió el otro en Riosucio.

En Pereira

En el primer accidente murió Beatriz Elena Sánchez, de 37 años. El caso ocurrió en la Avenida Las Américas de la capital risaraldense, cerca del barrio El Jardín. Ella, natural y residente de Chinchiná, viajaba cada semana por asuntos de trabajo, ya que tenía un cargo de dirección en una compañía de venta de cosméticos.

La versión inicial que se conoció es que había impactado contra una buseta. Sin embargo, luego se dieron detalles de otra explicación y era que el vehículo de transporte urbano se quedó sin frenos y la arrolló.

En el momento del siniestro Beatriz viajaba con su hijo mayor, Jeisson Henao Sánchez, quien salió ileso del accidente. Aunque quiso auxiliar a su mamá, nada pudo hacer, pues al parecer murió de forma instantánea.

Liliana Giraldo Castaño, amiga de la víctima, indicó que Beatriz era casada y tenía tres hijos. La describió como una buena compañera y muy trabajadora.

Muerto en Riosucio

En el otro hecho trágico en el que murió un caldense la víctima fue identificada como David Fernando Díaz Ramírez, de 30 años, minero de oficio.

Según allegados, él estuvo departiendo con amigos el lunes en Riosucio, durante el día y parte de la noche, pero a las 9:20 p.m. dijo que se iba. Agregan que le insistieron en que se quedara, pero él se montó en su moto, una Pulsar 200 de placa BND26D, y arrancó por la troncal en dirección hacia Supía.

Pasaron 10 minutos cuando se conoció en Riosucio del accidente. Al parecer, en una curva se salió del carril y chocó en el sector de Almacafé contra una buseta afiliada a Flota Occidental.

La buseta, de placas WMA-907, conducida por Javier Melchor Aricapa, cubría la ruta Medellín-Riosucio. La muerte de David Fernando fue inmediata. El CTI practicó la inspección al cadáver.

El minero vivía en Riosucio, pero su familia está radicada en el resguardo de Cañamomo. Sus familiares recibieron ayer el cuerpo para velarlo. Hoy se realizarán las exequias.