Buscando un mejor futuro en Bogotá perdió a dos hijos

LA PATRIA | MANIZALES

Juan Osorio llegó a Bogotá en el 2002 buscando un mejor futuro para su familia y huyendo del conflicto armado que sufría Samaná. Durante seis años se dedicó al reciclaje, hasta que le dijeron que la situación mejoró, que había oportunidades de regresar.

En el 2008 intentó rehacer su vida trabajando en el campo, pero transcurridos dos años las cosas no se daban y retornó a la capital de la República en el 2010.

Cuando todo parecía marchar bien, la violencia le arrancó a sus hijos, Carlos Alberto y Jhon Mario, el 6 de diciembre del 2015, en un camino entre la vereda Quiba y el barrio Los Alpes, en el sur de Bogotá. Desconocidos les dispararon y les dieron tiros de gracia. Su amigo Ánderson Villalba también murió en el ataque.

Para Juan significó perder otra vez, de manera violenta, a dos seres queridos. A su madre, Fidelina López, y a su hermano Augusto, los asesinaron hace unos 30 años en Samaná, y nunca se supo quién los mató. Cree que fueron los grupos armados ilegales.

La honradez los llevó a progresar

Carlos Alberto, de 23 años, y Jhon Mario, de 20, empezaron a reciclar con su padre. Luego obtuvieron trabajo en una chatarrería, pero las buenas relaciones y la honradez de ambos les permitió llegar a una empresa de reciclaje por recomendación de su anterior jefe.

Ese 6 de diciembre, los hermanos decoraron la casa para recibir la Noche de Velitas, luego llamaron a su amigo Ánderson y salieron a departir en un negocio en zona rural.

Allí tuvieron un problema con unos sujetos. Se desconocen las causas, pero para evitar líos se fueron del lugar. Tomaron su motocicleta y descendieron por un camino hacia Los Alpes. Ánderson los acompañaba a pie.

Sin culpables

Según la Policía de Bogotá, el crimen se debía a un asunto de tierras en el sector. Descartó que se tratara de un hurto, pues encontraron la motocicleta junto a los cadáveres. Al parecer, los occisos recibieron amenazas y los presionaban para que salieran del sector.

Contrario a eso, los familiares de las víctimas explicaron que ellos nunca tuvieron problemas sobre tierras.

La Fiscalía anunció que la investigación sigue en una etapa preliminar de recolección de pruebas. Es decir, todavía intentan determinar quiénes los asesinaron.

Familia numerosa

Carlos Alberto y John Mario hacían parte de una familia de nueve hermanos.