LA PATRIA | MANIZALES

Una prueba científica en el caso que se sigue por el robo de $2 mil 500 millones del Bancolombia de la Avenida Santander (Manizales), en octubre del 2017, es ahora el centro de la discusión.

Se trata de una botella con agua encontrada en unas escalas internas de la entidad bancaria y que, según la testigo que colabora con la Fiscalía, alias Yuli, pertenecía al dueño del restaurante Don Ramón, señalado como partícipe en el robo. Ella dijo que el hombre bebió de ese líquido y que los recipientes los sacaron del establecimiento comercial, antes del hurto. 

El 6 de marzo pasado, en audiencia, Ricardo Gaviria, abogado de Bancolombia, solicitó incluir entre las pruebas de la Fiscalía una prueba de ADN, autorizada inicialmente por el Juzgado Tercero de Control de Garantías. La idea del banco es que se coteje ese análisis con la saliva que quedó dentro del tarro con agua. El procedimiento se autorizó y tanto el dueño del restaurante, como un mesero involucrado en el hecho, aceptaron hacerla en ese entonces.

Siete horas

El viernes pasado, en una audiencia preliminar que busca obtener esa prueba para el juicio, previsto para marzo del 2019, ambos señalados, hoy libres por vencimiento de términos, se echaron para atrás y se negaron a practicarse la prueba. Cuando estuvieron detenidos también lo hicieron.

El juzgado ordenó el viernes pasado practicarla, incluso siendo conducidos por la Policía, si es necesario. Los abogados de los sindicados, después de siete horas de audiencia, presentaron un recurso de reposición y se espera el pronunciamiento en segunda instancia de un juzgado del circuito. Si se ratifica tendrán que ser llevados a Medicina Legal, incluso, por la fuerza, en palabras del juez. En la audiencia, En la audiencia, según contaron asistentes, la defensa de los señalados puso en duda la procedencia de la botella y la aparición de esta a la escena del hurto.

El caso

"Los implicados se reunieron en un sitio indeterminado de la ciudad a principios de ese octubre para planear el hurto. Empezaron a abrir camino por el monte detrás de la entidad bancaria, usaron machetes para formar una trocha y marcaron plantas con pintura, pues habían usado cintas, sin resultados. Eso duró dos semanas".

"Luego se reunieron de nuevo, tomaron cerveza y se determinó que ese día se ejecutaría el robo. Salieron en un vehículo de uno, con rumbo a la entidad. Se internaron en zona verde y empezaron a ascender. Luego se llevaron el dinero para una casa y se decidió que la repartición sería después, por seguridad".

Esto es lo que ha narrado la Fiscalía durante las audiencias, que anunció como pruebas para el juicio entrevistas, reconocimientos fotográficos, la prueba de ADN, grabaciones de llamadas entrantes y salientes, y un disco compacto con registro de 4 mil 658 actividades de un abonado celular, entre el 3 de marzo y el 30 de julio del año pasado.

Como se recordará, todo estalló porque el supuesto cabecilla del hurto no quiso repartir el dinero que les correspondía a los que participaron. Dos señalados esperan sentencia y aplicación de principio de oportunidad (beneficio por colaboración); dos más, acusación; y los otros restantes (mesero y dueño de restaurante), el juicio.

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