LA PATRIA | MANIZALES

Dos familias de Chinchiná lloran la muerte de sus seres queridos. En las casas de Bernardo Álzate González, de 44 años, y de José Gustavo Vélez Ortiz, de 83, hay luto. Ellos murieron en la noche del jueves, cuando la moto en la que se movilizaban chocó con otra. Los ocupantes del otro vehículo están heridos, uno de gravedad.

El accidente se registró a las 7:55 de la noche en el kilómetro 5, sector de Guayabal, en la vía antigua que de Chinchiná conduce a Santa Rosa (Risaralda). Según testigos, "una de las motos realizó un adelantamiento no permitido y por tratar de esquivar un carro le dio a la otra”.

Bernardo y Gustavo se movilizaban en la moto de placas FPI52C. Iban para su casa, en la vereda Guayabal. Fallecieron en el lugar de los hechos. Juan David Orozco Quintero, de 23 años, y su parrillero, de 25 años, aún sin identificar, viajaban en la moto de placas AUK15D. Los remitieron de urgencias al hospital San Marcos, de Chinchiná, y luego a un centro asistencial de Manizales.

Llanto

Luis Álzate salió a buscar a su hermano, Bernardo, a las 4:00 de la mañana de ayer. Primero fue a la finca donde trabajaba con Gustavo, en labores de rocería, en la vereda La Cabaña (Manizales). Allí le informaron que el día antes había salido a las 7:00 de la noche y que desconocían su paradero.

Luego indagó en la portería del Hospital San Marcos, de Chinchiná, pero no le daban razón.

“Nos comunicábamos con mucha frecuencia, por eso estaba muy preocupado. Llamé a su esposa, Marisol Serna, y tampoco sabía nada. Fuera de eso tenía el celular apagado. Gustavo tampoco llegó a dormir", dijo.

Un transeúnte se le acercó y le informó que su familiar falleció en un accidente. Lloró, tomó el celular y les contó a unos familiares. "Es él, por Dios, qué voy a hacer, que no se vaya a enterar mamá”, les decía.

Más tarde llegaron las hijas de Gustavo, que viven en el barrio Departamental, de Chinchiná. Un asesor de seguros se les acercó a ofrecer sus servicios.

María Vélez, una de las cinco hijas de Gustavo, lo recordó como un excelente padre. “La semana pasada fue a la casa con su amigo a que le firmara unos papeles. Esa fue la última vez que pudimos hablar”.

El cuerpo de Gustavo lo sepultaron ayer en la tarde en Chinchiná, mientras el de Bernardo lo trasladaron a Manizales. Sus exequias se cumplirán hoy.

Los heridos

Juan David Orozco Quintero, de 23 años, tiene trauma craneoencefálico moderado, herida frontal y fractura expuesta con pérdida de tejido en la rodilla izquierda.

Su parrillero, de 25 años, trauma craneoencefálico, herida frontal, fracturas del maxilar inferior, de la muñeca izquierda y una más de tibia y peroné . Además, en el miembro inferior izquierdo, en el fémur izquierdo y en el hombro.