¡Hasta siempre Alejo querido! Hace un mes partiste de este mundo físico, pero sigues en nuestros corazones, en los maravillosos recuerdos de finales de los 80. Allí, en esa época cuando con el ímpetu de la juventud vivimos intensamente nuestro paso por la Universidad Autónoma. Nosotros, los estudiantes de ingeniería de sistemas, éramos los diferentes, pero tú nos aventajabas; para ese momento ya eras libre y capaz de amar sin prejuicios ni expectativas. El universo nos premió, cruzando nuestros caminos contigo; un ser de luz, tranquilo, callado, paciente e infinito, como las dulces melodías de tu armónica o los afinados acordes de tu guitarra. Fue entonces cuando esa mirada amorosa y profunda nos llegó hasta el corazón para instalarse eternamente, con tal fuerza, que más de 30 años después, sigue aferrada con la misma intensidad y firmeza de los números y las matemáticas que inmortalizaste en tu libro: Bakadafa, utopía aritmético lingüística. Querido Hijo de La Tierra, ciudadano y embajador de Villa Maga, esa república fabulosa e inspiradora para que este mundo sea mejor, no te has ido, porque sembraste en este mundo una huella de amor, generosidad, amistad, sinceridad, respeto por la tierra y sus habitantes. Legado que solo seres excepcionales como tú tienen la capacidad de dejar y que ahora más que nunca necesitamos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015