A la memoria de Socorro Mejía de Toro

Su fallecimiento repentino, causado al amanecer del viernes 25 de abril, enluta a su familia y a la sociedad que la apreció, admiró y la quiso como la señora, la matrona y amiga incondicional. Sus honras fúnebres se oficiaron en el templo de Nuestra Señora del Sagrado Corazón de Palermo y, su cuerpo reposa en los Jardines de la Esperanza al lado de su querido esposo, Rogelio Toro Gómez, como fue siempre su voluntad.

Se presenta Socorro ante el Altísimo con un cúmulo de obras lindas y fructíferas para los más necesitados. Vivió pensando en los demás, su generosidad sin límites la demostró a manos llenas, siempre dispuesta a colaborar con todo el corazón con quien tuviera una angustia, dolor o problema.

Su fe en Dios y devoción en la Santísima Virgen hicieron ver en ella a la mujer creyente con una permanente esperanza de algún día encontrarse en presencia del Señor.

Para ella su matrimonio con Rogelio Toro Gómez, a quien amó y respetó con dedicación y gran admiración y, de quien le sobreviven nueve hijos, constituyó una enorme bendición y la realización como esposa, madre, suegra y abuela, convirtiéndolo en el matrimonio ejemplo de vida.

Al lado de su esposo, quien fue un destacado comerciante, aprende y pone en práctica sus capacidades, principios y valores que hacen de ella el pilar fuerte, el bastión familiar de importantes empresas, siempre pensando en el progreso de su tierra y sus gentes. Socorro se destacó por su sentido común. Educó a sus hijos profesionales y delegó en ellos el criterio empresarial y fomentó la unión familiar.

Reciban sus hijos: Alba Lucía Toro e hijos, Rafael Toro y Elsa Victoria Trujillo e hijos, Óscar Toro y Pastorita Valencia e hijos, Ricardo Botero y Adriana Toro e hijos, Juan Manuel Toro y Diana Zuluaga e hijos, Álvaro Botero y Catalina Toro e hijos, Felipe Toro y Diana Botero e hijos, Julián Echeverri y Ángela Toro e hijos, Jorge Hernán Toro y Catalina Echeverri e hijos; sus hermanos: Amparo Mejía de Uribe, Consuelo Mejía de Jaramillo, Julián Mejía Sánchez y Amelia de los Ríos de Mejía; sus sobrinos, y demás familiares y amigos nuestro fuerte abrazo de inmenso dolor y profunda tristeza, con la certeza que el recuerdo de Socorro permanecerá en el corazón de todos como la dama ejemplar quien hizo de su hogar una enorme institución.

Olga Rivas de Echeverri