Nos dejó desde niña muchísimas enseñanzas que como educador debo resaltar: Hacerle frente a injustas actitudes con la vida, hasta cuando una decidida rebeldía resolvió favorablemente y gracias a Dios, estuvimos allí para tratar de hacer amable su existencia. Supo encarar con sonrisa firme y carcajada abierta las circunstancias, hasta cuando pudo realizarse como mujer, profesional y ama de casa, ejerciendo con lujo sus diversos roles. Con severo talante exhibió su forma de ser sincera como ciudadana y en actitud de servicio para todo aquel que necesitara algo, desde el pequeñito que buscaba la forma de hacer la esquiva tarea, hasta el padre acucioso que debía hacer un trabajo. Supo oír los sentires y necesidades de sus amigos y vecinos a pesar de estar frente a su pequeño negocio que soñó grande y próspero; sin embargo estuvo al frente de su casa para solucionar el rutinario quehacer a la par que sacaba adelante su familia hasta verla plena y realizada. Nos dio ejemplo austero y callado hasta el final que se mostró implacable. Siempre te recordaremos como alma fiel y devota hasta el extremo con un amor sin tapujo hacia los suyos y sus cosas; ayudante pronta al cuidado del ambiente y al logro de las fiestas del barrio y que se fue hace un mes sin deberle nada a nadie, más que la satisfacción del deber cumplido celosa y cumplidamente hasta el fin. Estamos seguros serás la efectiva mediadora ante el Padre Bueno…
Fraternalmente; Helio y Aída.
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