Gracias… Gracias Dios mío por Tu presencia, tus designios son divinos. Garbos por llevar a tu nueva gloria a un ser especial, mujer que como esposa Tú me diste, su nombre JACINTA GALLO GALVIS.
En este triste momento quiero clamar como el poeta “Me duele mucho el corazón por tu partida, pero el destino lo ordenó así es la vida”. Aunque mi corazón se encuentra en este momento acongojado, quiero en este duro trance acompañar a esa noble hija de tus entrañas la que siempre ha sido el mayor premio que Dios nos diera y nos sirviera de báculo como luz universal para que iluminara nuestros camino en el duro trasegar de la vida. En estos momentos bien sé, que el clan total ancestral de mi familia, toda en su totalidad, me ha tocado despedirlos hacia el infinito, al igual que tus padres y abuelos.
Recordada esposa mía, perdón por las dificultades que se hubiesen podido presentar en nuestras vidas. Uno a veces en la juventud, comete sus errores, perdón te pido de todo corazón por ello. Gracias a Dios por la buena amistad que siempre tuvimos y la cual estrechara cada día más nuestros corazones. Todo ello, gracias a la presencia de ese retoño de nuestros corazones como lo es nuestra hija Claudita; ese eterno amor de mismos amores. Volviendo mi pensamiento al poeta repito enfáticamente con él “Quien sabe que será de mi cuando te ausentes, quien sabe que será de mi tanto sin verte”. Adiós…Adiós Jacinta, le pido de todo corazón a Dios nuestro Señor, me dé fortaleza para afrontar tu ausencia.
Bien sé que muy pronto estaré contigo, por que fuiste la esposa que Dios me dio y por ello doy gracias al Creador Divino. Bien se que te has marchado dejándonos agobiados, pero desde el infinito serás el faro celestial luminoso que en el universo iluminará nuestro peregrinar por esta vida terrena.
Tu nombre para mí siempre será sagrado, pues él me trae a colación, la presencia de la Virgen María cuando se les presentara a los pastorcitos en Fátima y entre ellos a la niña que llevara tu mismo nombre “Jacinta”. Estoy seguro que la Santísima Virgen también ha salido a recibirte, porque fuiste una madre ideal. Adiós cariño entrañable de mi existencia, un tiempo no muy lejano estaré a tu lado. Gracias por todo lo que me diste en esta vida terrena. Dios te tenga en su Santa Gloria. Paz en tu tumba.
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