Salve una vida: la tos ferina aún existe

Lo que parecía una tos leve en Salomé, terminó siendo una pertussis (tos ferina) que complicó la salud de la recién nacida, enfermedad que el débil y vulnerable organismo de la niña no soportó y que acabó con su vida cuando apenas contaba con 30 días de haber llegado al mundo.

‘Salo’ había recibido la enfermedad de su mamá, quien por desconocimiento del mal no contaba con la vacuna para adultos conocida como DPT Acelular, la cual en mujeres embarazadas se debe aplicar a partir de la semana 20 de gestación o a más tardar, inmediatamente después del parto.

El desconocimiento sobre la enfermedad, mundialmente mortal para muchos niños menores de tres meses, y la motivación por evitar que casos como el suyo se repitieran en otras familias llevó a Juana Estrada, madre de Salomé, a difundir su mensaje de prevención y cuidado a padres de toda Colombia, a través de su fundación ‘Salomé Salva una Vida’.

Menores, los más afectados

Aunque la pertussis, tos ferina o tos convulsa que ataca al sistema respiratorio, se puede presentar a cualquier edad, la mayoría de sus víctimas son menores de un año que como Salomé se contagian por sus padres o por personas que entran en contacto con ellos. Se estima que dicha transmisión (de parte de los padres o allegados) alcanza el 75% de los casos registrados cada año.

Según el más reciente reporte del Instituto Nacional de Salud, en lo que va corrido de 2012 han fallecido 21 niños por esta causa: 11 en Bogotá, 4 en Antioquia, 2 en Putumayo y de a 1 en Boyacá, Cauca, Cundinamarca y Caldas.

Además un 89,6 % de los casos confirmados de tos ferina han afectado a niños menores de 12 meses, cifra seguida por el rango de edad comprendido entre el primero y cuarto año de vida (6%) y así sucesivamente por los casos presentados entre los 15 y 44 años (3%) y los 5 y 14 (1,5 %). En mayores de 45 años no se ha confirmado ningún caso hasta ahora.

Detectar y prevenir

José Brea del Castillo, presidente de la Sociedad Latinoamericana de Infectología Pediátrica, explica que la pertussis es causada por una bacteria llamada ‘bordetella pertussis’ que genera una infección en el sistema respiratorio y que en ocasiones no manifiesta síntomas.

No obstante, hay algunas señales que pueden ayudar a detectarla, pero no existe aún una fórmula específica para curar la enfermedad.

Según este especialista, el síntoma más claro es que durante los primeros 15 días se manifiesta como una gripa, tipo catarro y luego se da una tos que dura semanas, generando vomito, convulsiones por falta de oxígeno e impidiendo respirar correctamente.

Además, puede generar complicaciones y derivar en otros males como neumonía, infección en el oído, hemorragias cerebrales y ruptura de algún pulmón, entre otras. Afecciones que en muchos casos pueden atacar incluso después de la desaparición de la tos ferina.

“Debajo de los tres meses de edad, (la tos convulsiva) es peligrosa porque el niño puede morirse o tener complicaciones graves y permanentes toda su vida. En los adultos puede generar neumonía, tos hasta de tres meses y la posibilidad de que contagie al bebé”, enfatiza el pediatra.

Brea del Castillo precisa que cuando un menor de edad presenta la enfermedad “se puede controlar su curso. Ésta dura un tiempo que puede ir de las seis semanas a los tres meses. Después de los 15 años, ya no hay inmunidad y puede volver a aparecer”.

Adultos, a vacunarse

“La invitación es para que los adultos se den cuenta que la tos ferina no es una enfermedad solo de los niños. Que son los adultos los que la trasmiten a los bebés y que todo adulto que conviva con un bebé, sobretodo si es recién nacido, tiene que saber que es preferible vacunarse”, dice Cristina Mariño, presidenta de la Sociedad Colombiana de Pediatría.

“La tos ferina existe. Es importante consultar a los médicos sobre las estrategias para prevenirla porque los adultos no la conocen, es una tos severa que se puede confundir con cualquier otra enfermedad de los adultos”, advierte Mariño mientras señala que para muchas personas en el mundo, incluso médicos, este mal es inexistente.