Vanessa Sánchez
LA PATRIA | Manizales
Se mojaba los pantalones sin razón. La orina le quemaba su zona genital y se preocupó porque a sus 55 años no sabía qué le sucedía. Desde hace seis meses a Joel le diagnosticaron incontinencia urinaria, una condición que varía desde una filtración de orina leve hasta la salida abundante e incontrolable del líquido.
"Con terapias de corriente he mejorado mucho. Llevo cuatro sesiones y el cambio ha sido drástico. El mejor consejo es acudir a un especialista, porque la incontinencia lo aísla a uno socialmente por esa sensación tan molesta de sentirse húmedo", sostiene.
En la mayoría de los casos, esta condición se produce por un debilitamiento de los músculos del piso pélvico que mantienen cerrada la uretra. Cuando pierden su elasticidad, actividades cotidianas como reírse, toser, levantar peso y correr, pueden causar pérdidas de orina.
Jorge Pardo Trujillo, urólogo del Centro de Diagnóstico Urológico de Caldas(CDU), indica que pese a que hasta hace poco la incontinencia era considerada como un fenómeno exclusivo de las mujeres y propio de la edad adulta, los hombres también la padecen en gran proporción; en ambos la calidad de vida se ve afectada y se considera como incapacitante.
"La incontinencia se puede presentar a cualquier edad, en personas con obesidad, niños, adolescentes, en mujeres que no han tenido bebés y después de la menopausia. También se asocia a factores relacionados como el tabaquismo, antecedentes familiares y genéticos", señala.
El especialista añade que cuando a la persona le practican una cirugía urológica, ginecológica o una radioterapia por ciertos tumores, se forman comunicaciones anormales que provocan la pérdida de orina de manera involuntaria. En ese caso, la rehabilitación ameritaría evaluación por cirugía.
"Es falso que usar cierto tipo de calzado como tacones o tener muchasrelaciones sexuales den incontinencia. Hasta ahora las investigaciones realizadas no señalan una relación directa con el padecimiento", agrega.
El sostén
Carlos Humberto Orozco, director del CDU, explica que el piso pélvico es el sostén de la uretra, la vejiga y el útero, por eso cuando una mujer está enembarazo o practica oficios que aumentan la presión intraabdominal, comotocar saxofón o trompeta, hay mayor probabilidad de verse afectado.
"La recuperación de la incontinencia es individual, en los exámenes médicos se hace una evaluación puntual para analizar las causas. En el peor de los casos el 50% salen bien, pero el 80% se recupera sin necesidad de cirugías".
Orozco insiste que en la actualidad es frecuente ver que las mujeres jóvenes consultan por incontinencia y esto se debe a que realizan ejercicios de resistencia como levantar pesas, montar en bicicleta y realizar abdominales, en los que se descuida el fortalecimiento del suelo pélvico y de ahí se deriva la pérdida involuntaria de orina.
Tipos de incontinencia:
1. Funcional: es la incapacidad de llegar a tiempo al baño, debido a una falta de movilidad o una enfermedad mental, como la demencia o el alzheimer. Si la persona está en cama, en silla de ruedas o no puede moverse sin ayuda, la incontinencia suele ser algo muy frecuente.
2. Lesión nerviosa: ciertas circunstancias médicas como párkinson, alzheimer, infarto cerebral, diabetes o esclerosis múltiple pueden dar lugar a problemas neurológicos vesicales. Se producen cuando el cerebro no puede reconocer las señales para orinar, en ocasiones debido a daños nerviosos causados por lesiones o enfermedad.
3. Por esfuerzo físico: sucede cuando la vejiga tiene pérdidas de forma inesperada debido a la presión de un esfuerzo como toser, estornudar, reír, levantar peso o hacer ejercicio. Aunque la cantidad tiende a ser pequeña, puede haber pérdidas mayores. Se trata del tipo más común de incontinencia en mujeres.
4. De urgencia: se da cuando la vejiga intenta vaciarse a pesar de realizar el máximo esfuerzo por contener la orina. Se trata de una falta de coordinación entre los impulsos que el cerebro envía a la vejiga y lo que esta hace. Se puede tener grandes pérdidas de orina y aumentar la frecuencia de micciones. Este es el tipo más común de incontinencia masculina y suele asociarse a una operación de próstata o al aumento de tamaño de la misma.
5. Mixta: es una combinación de varios tipos de pérdidas de orina. Por ejemplo, algunas personas experimentan una mezcla de incontinencia de esfuerzo y urgencia.
6. Goteo tras micción: la incontinencia por rebosamiento afecta a los hombres cuando la vejiga no se vacía por completo y la orina se acumula en el extremo del pene y comienza a gotear.
Alerta a las señales
* Urgencia miccional: la persona no aguanta lo que resistía antes.
* Goteo permanente
* Dificultad para contener la orina: los escapes de orina al toser, estornudar o hacer actividades como saltar, subir escaleras, entre otros, son uno de los primeros síntomas de las dificultades graves para controlar la vejiga.
* Deseo permanente de ir al baño: ir varias veces al día es común cuando se ingiere mucho líquido o se consumen alimentos con propiedades diuréticas. No obstante, si ese deseo es más frecuente de lo normal y se produce incluso sin tomar agua, es muy probable que esté ante un caso de incontinencia urinaria.
El truco: el ejercicio
Jhoana Uribe, fisioterapeuta y especialista en piso pélvico, recomienda que para evitar o tratar la incontinencia urinaria hay que tener un buen estado de salud, fortalecimiento muscular y una buena alimentación. Aunque aclara que no es garantía de que no vaya a aparecer la incontinencia, sí es una medida de prevención.
"La rehabilitación del piso pélvico juega un rol importante en la magnitud de la de incontinencia. Hay países que ofrecen terapias de rehabilitación antes de que los pacientes la padezcan. Por ejemplo, las mujeres antes de tener el parto reciben terapias dirigidas que les ayudan a fortalecer sus músculos", explica.
Uribe afirma que también con ejercicios físicos dirigidos y con terapia combinada con equipos especializados en electroestimulación, se puede trabajar dos veces por semana en mejorar el tono de los músculos de esta zona. Una rutina orientada en la que se haga repeticiones diarias de ejercicio físico puede ofrecer de tres a seis meses cambios notables en la condición.
A prueba
Localizar los músculos correctos es importante, y puede ser difícil hacerlo uno mismo. Hay estudios que han demostrado que el 30% de las mujeres que intentan contraer los músculos del suelo pélvico no lo hacen correctamente. Los errores más habituales consisten en tensar los glúteos y muslos en lugar de los músculos del suelo pélvico, contener la respiración o empujar hacia abajo en lugar de elevarlos hacia dentro y hacia arriba.
Ensaye
Mientras orina, pruebe detener el flujo. Fíjese en los músculos que utiliza para esta operación. Esa es el área que debe ejercitar. Tenga en cuenta que esto es sólo una prueba para identificar los músculos correctos y no se debe realizar con regularidad. También puede ayudarse si contrae el ano como si retuviera los gases.
Las enfermedades neurológicas, las metabólicas y el mismo envejecimiento tiene que ver con la capacidad de respuesta de la vejiga al llenado y la sensibilidad por eso se presenta incontinencia.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015