Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
En Caldas, las conclusiones de la investigación Estigma y discapacidad psicosocial en salud mental como resultado del conflicto armado en Colombia, dejan grandes retos. Un encuentro ayer, en la Universidad Autónoma, permitió conocer en qué se trabajará en este problema sociocultral.
Las conclusiones del estudio, realizado por la Fundación Saldarriaga Concha, se presentaron junto a la Política Nacional de Salud Mental y la Política Integral para la Prevención y Atención del Consumo de Sustancias Psicoactivas. En la jornada, se realizó un taller de sensibilización de las estrategias.
El desafío para el departamento, según Ana María Ortiz Hoyos, coordinadora del área de Salud y bienestar de la Fundación, es seguir trabajando en la eliminación de los estigmas. "Consultar un especialista no está mal. Si necesita ayuda, búsquela. No le tenga miedo al psiquiatra ni a la medicación. Las personas necesitan hablar de sus emociones. Desaparecer los cuestionamientos ayudaría a evitar los casos de suicidio (Ver recuadro En cifras) que, en Caldas, están asociados -mayoritariamente- a la depresión mayor".
Indicó que será responsabilidad de la Dirección Territorial de Salud y otras entidades departamentales, articular la política regional con las directrices nacionales. Mencionó que deberán desarrollar planes para la población urbana y la rural, en la que deben contarse las comunidades indígenas y los afrodescendientes.
La experta concluyó que de acuerdo con la investigación, en Caldas hay un punto delicado, el suicidio, pero también citó la depresión mayor y la ansiedad.
De lo nacional a lo regional
Ana María Peñuela, asesora del Ministerio de Salud y Protección Social, invitó a valorar tres ejes de la Política Nacional de Salud Mental: La evidencia, el reconocimiento de la situación de los pobladores y la construcción colectiva de estrategias.
Serán vitales cinco ejes:
1. Fortalecimiento de la salud mental y la convivencia. Con los entornos protectores resilientes a partir de la movilización de las redes sociales, familiares e institucionales.
2. Prevención de trastornos y problemas mentales, además de la epilepsia. Recomiendan trabajarlos conjuntamente, pues comparten desenlaces.
3. Tratamiento integral. El estigma alrededor de la salud mental nos aleja de los servicios de salud o de pedir ayuda. Esto afecta el diagnóstico inicial.
4. Rehabilitación integral e inclusión social efectiva. Los afectados deben permanecer en el sistema escolar y laboral. Excluirlos no es positivo.
5. Valoración de la trayectoria en la atención. Debe ser continua e integral.
Convencidos
Diana Patricia Grisales, secretaria de Salud Pública de Manizales
Somos referentes nacionales y se nos ha reconocido un trabajo articulado. Las dos políticas son fundamentales. Tenemos que perder el miedo a hablar de salud mental.
Fernando Salazar Villegas, gerente del Hospital San José (San José - Caldas)
En los municipios hay dificultades para tener profesionales en salud mental. Eventos como estos nos dan luces para saber cómo afrontar dichas patologías.
Gloria Inés Saldarriaga, profesional especializada de la Dirección Territorial de Salud de Caldas
Es un tema álgido, que implica un trabajo intersectorial. No solo es de la salud. Tenemos grandes dificultades, por mejorar, en la prestación de servicios.
En cifras
En Caldas, durante las primeras dos semanas de este año, 34 personas intentaron suicidarse. Si se compara dicha cifra con los 23 casos del año pasado hubo un incremento de 47,8%, así lo reportó el Instituto Nacional de Salud (INS).
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