Médico pensilvanense falleció por covid en Bogotá

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

La covid-19, el virus que mantiene en vilo al mundo y por la que han muerto 5 mil 455 personas en Colombia, fue también la causa del deceso del médico pensilvanense Celso Emilio Arango Vélez, radicado en Bogotá.

Cuenta su hermano Carlos que Emilio, de 72 años, estaba tan asustado con la pandemia, que renunció a la Clínica Juan N. Corpas, donde laboró 40 años como médico ortopedista y docente. “Después de vacaciones Emilio no quiso regresar. Al parecer se infectó en su apartamento, donde vivía con su esposa, Elsy. No sabemos los detalles, pero esa es la vida, renunció para no volver a una clínica y se infectó en su casa”.

El hermano relata que cuando Emilio sintió los primeros síntomas “de este temible, desconocido y traidor virus”, lo internaron en la Fundación Santa Fe, ocho días en un área aislada y como se complicó lo ingresaron a una Unidad de Cuidado Intensivo.

“Sabiendo las consecuencias y el martirio, de su puño y letra autorizó la intubación. Fueron 15 días de lucha, pero no logró salir adelante y falleció el 28 de junio”.

Lo paradójico, dice, es que era un hombre sano, sin ninguna comorbilidad aparente.

Dedicado

“Se dedicó a su profesión con alma, vida y hasta dos sombreros. Siempre que lo invitábamos a una reunión, contestaba: Gracias, hermano, tengo turno”, relata Carlos.

Como anécdota, recuerda una vez que el papá lo castigó. “Emilio no lloraba y mi papá más le pegaba y Emilio ahí en su tozudez no lloraba”.

Según su hermano, Emilio desinteresadamente atendió y operó a muchos amigos, conocidos y familiares; entre ellos algunos pensilvenses. También destaca su honorabilidad, responsabilidad y trabajo, pues alcanzaba a hacer hasta tres turnos en distintas clínicas, siempre en su especialidad, ortopedia.

Para Carlos, la tristeza más grande en esta situación, es que no vieron su cuerpo. Lo sacaron de la Fundación Santa Fe en una camioneta especial y lo cremaron en un cementerio al sur de Bogotá. “A los 10 días nos entregaron sus cenizas que reposarán en su finca en Subachoque, donde tenía unas vacas lecheras. Un acuerdo de su esposa, hijos y nietos. Plantarán un árbol y reposará eternamente”.

Ortopedista

Emilio trabajó en la Clínica San Pedro Claver del antiguo Seguro Social y simultáneamente en la Clínica Corpas, también en su consultorio particular. Cursó su carrera en la Universidad Nacional y se graduó en 1975, su año rural lo hizo en Marquetalia (Caldas).

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En Colombia han fallecido 27 personas del área de la salud. 15 asociadas al servicio, 7 comunitario y 5 indeterminado.