Manipulación, la otra cara

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

Compasión. Lo que hizo Brutus no es un camino útil para llamar la atención y por eso al final sale como perdedor. Se trata de una estrategia de victimización.

Fanny Bernal, psicóloga y docente de la Universidad de Manizales, plantea, por ejemplo, que en una separación no siempre ambas partes están de acuerdo y es común ver que uno es el que firma y el otro sigue esperanzado por un milagro.

Explica que se han dados casos en los que uno de ellos busca reconocimiento e incluso llega hasta lesionarse. Con ello, dice, impide que el proceso termine, queda en el papel de víctima y pretende generar pesar y compasión. “Son respuestas emocionales en las que hay una especie de venganza y una forma de hacer pagar el abandono. Son personas tóxicas”.

Según Bernal, dichas reacciones son de una persona que no está bien emocionalmente y explica que con estos actos inadecuados (rabietas, arrojar cosas al suelo, gritos, llantos, autolesiones y golpes) demuestra un poder que no tiene. “Hace creer que es una víctima y que el otro es el victimario aunque es a quien le daña su reputación, su autoestima, su imagen y solo cuando todo se esclarece se invierten los papeles”.

Estas personas, expone la psicóloga, requieren de ayuda profesional. “No es fácil asimilar una separación y más si no han contemplado un divorcio, aunque hayan vivido maluco. Esto puede generar respuestas emocionales impensables en una persona”.

Se niegan a vivir

Un caso que tiene cierta frecuencia es el de las madres viudas, que no quieren rehacer la vida. Con la llegada de la Navidad se encierran y no quieren participar en las fiestas y lo justifican con expresiones como: “Ustedes no querían a José como yo, hagan ustedes el pesebre, no ven que yo tengo el corazón partido”.

No solo son los adultos, también los niños acuden a la victimización si ven este comportamiento en los padres, aunque Bernal aclara que no sucede con regularidad.

Un ejemplo que expone la psicóloga es cuando hay intento de suicidio fallido. Una pregunta clave que se le hace es: Cuáles fueron las ganancias de este acto y responde que todo el mundo le puso cuidado. “Que vinieron y me quisieron, que estuvieron pendientes de mí las 24 horas”. Anota la experta que es una manera inadecuada de recibir el afecto, pero el problema es que hay personas que no tienen otra salida dentro de su cabeza, aunque no sea lógico.

Otro comportamiento que muestra la gravedad de estos comportamientos son algunas muertes por venganza, porque disfrutan con el dolor ajeno. Estos hechos, dice Bernal, son para causarle sufrimiento al otro. “Con esto genero un dolor como para que no me olvide”.

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Cómo identificar este tipo de personas

* Demanda emocional y afectiva: quiero más tiempo, más atención.

* Conflictos permanentes: amenazas como: “Si usted me deja, yo me mato”.

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“Si usted aprende a tratar a una persona tóxica, debe mantener una amable distancia”.

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Solo quiere ser papá

El matrimonio poco duró y de él quedó un hijo. Cuando empezó el proceso de divorcio llegaron a ciertos acuerdos y la pareja cumplía con todo.

Pero la otra persona no le permitía ver al hijo y hubo días en que llamó a la Policía porque según ella, el ex la estaba maltratando, pero cuando la citaban a la comisaría no se presentaba o desistía de la denuncia.

Como tiene autorización, hace poco él fue a visitar a su hijo, pero ella no le permitió que se acercara. Él intentó grabar la situación y ella trató de pegarle, por eso él huyó. “Vean, me está pegando”. Era ella la gritaba en la puerta de su casa.

Esto le costó a él 24 horas de calabozo. Medicina Legal la citó y no asistió. Al parecer se autolesionó y al exesposo no le han logrado comprobar que sea un maltratador. Aunque quiere limpiar su imagen, lo único que pide el señor es que lo dejen ser papá.