Elizabeth R. Rojas
LA PATRIA | Manizales
Llegan las vacaciones y con ella un sinnúmero de actividades que pueden deteriorar la salud de los niños y los adultos. El contacto con el agua contaminada, por ejemplo, genera -entre otras condiciones- otitis, una afección bacteriana por la que se inflama el oído.
"Es muy frecuente y angustia mucho al paciente, especialmente a los niños. La otitis es un término muy amplio que vale la pena diferenciar en externa y media. La primera afecta solo al conducto auditivo (ver ilustración Anatomía auditiva), que está antes del tímpano. La segunda, al llamado oído medio", dijo Carlos Eduardo Henao Mejía, otorrinolaringólogo.
Esta condición aparece por infecciones adquiridas en piscinas o por aguas contaminadas de ríos, mares, lagos; por rascado, por bajas defensas, por el uso de copos de algodón, por introducir otros elementos como llaves, etc. Según Henao, es muy dolorosa.
Diferencias
La otitis media, que es también muy frecuente, tiene que ver con ese espacio que hay entre el tímpano y la trompa de Eustaquio (se comunica con la nariz), explicó el especialista. Contó que a veces ese lugar se humedece al momento de algún catarro o infección nasal, que se empieza a llenar de un líquido y así proliferan las bacterias. Eso viene acompañado, además, de fiebre y malestar. Pasa que si la presión es mucha, se rompe el tímpano.
"Cuando se da esa ruptura el paciente suele descansar un poco. Esos dos primeros días en que empieza a acumularse líquido, se pueden manejar los síntomas con analgésicos. Los antibióticos no son necesarios desde el primer día", mencionó.
Se conoció que en la otitis media hay que valorar qué la perpetúa. El otorrinolaringólogo explicó que hay casos en los que, por ejemplo, la rinitis hace que las adenoides, que están cerca a la desembocadura del oído por dentro de la garganta, predispongan al paciente a infecciones.
"Puede hacerse necesario una intervención de las adenoides y de tubos de ventilación. Esto último consiste en la colocación de un tubo en el tímpano, que va a dejar pasar aire al oído medio. Es una cirugía muy frecuente en todo el mundo".
En los menores
Un niño con una condición como esta, advirtió Henao, puede parecer distraído o retardado, no atiende bien a sus clases o no escucha bien. El médico dijo que los menores, en cualquier momento de la infancia, deben pasar por una valoración de otorrinolaringología, esto para buscar otitis silenciosas.
El especialista también respondió:
- ¿Qué se le hace a un paciente con otitis media?
Cuando un niño llega a consulta con un cuadro severo de otitis aguda, que le duele, que está tapado, como otorrino puedo -con los elementos adecuados- perforar (hacer un pequeño agujero) el tímpano para que drene el líquido que tenga, se libere así la presión y evitar que se le reviente solo, lo que puede ser doloroso y traumático.
Si ese tímpano perforado no vuelve a cerrar solo en algún tiempo, hay que operar al paciente. Es un procedimiento que consiste en la colocación de un parche.
- ¿Qué tan grave puede llegar a ser?
Las infecciones que originan la otitis raramente pasan al cerebro, pero cuando lo hacen ocasionan -entre otras cosas- la inflamación de las meninges (membranas que recubren el cerebro). Pasa cuando hay deficiencias bajas, desnutrición crónica o anomalías congénitas del cráneo.
Cuando el paciente empieza a presentar bultos detrás de la oreja o inflamaciones con piel roja, en las que la oreja se desplaza, es una relativa emergencia, pues suele ser una mastoiditis (infección de la apófisis mastoides o hueso mastoideo del cráneo). Esto amerita drenajes de emergencia y tratamiento intrahospitalario para cortar la infección.
- Y si persiste...
Al niño que no mejora en dos días se le empiezan a suministrar antibióticos, con lo que hay que tener mucho cuidado. Deben ser en las dosis adecuada y en el momento indicado para que las bacterias no se hagan resistentes. Las primeras 24 a 48 horas son fundamentales. Hay que consultar en el menor tiempo posible.
- ¿Cómo diferenciarlas?
Después del acceso a piscinas o aguas en general y los menores comienzan con dolores, debe pensarse en una otitis externa. Si tiene gripa u otra afección y accede al agua puede complicarse a una otitis media. Las externas suelen tratarse con gotas y analgésicos. En las medias pueden usarse analgésicos, descongestionantes, antibióticos, pero todo debe ser indicado por un médico.
- La automedicación está prohibida...
Dar un analgésico no tiene nada de particular, que probablemente sea acetaminofén. Pero el uso de antibióticos indiscriminadamente no es bueno. Se debe evitar la autoformulación, pues cuando se ingiere alguno -que no es el indicado- puede afectarse el paciente. Además la variedad de estos productos se va acabando. Hay antibióticos que son muy tóxicos para el organismo, con efectos colaterales terribles.
- ¿Es conveniente la limpieza de los oídos?
Nadie debiera limpiarse los oídos, porque la cera se elimina en forma de un polvo. Si no fuera así, por nuestros oídos salieran tiras de cera y nos colgaría como el pelo. Pasa que cuando uno se trata de limpiar, lo que se hace es presionar esa 'grasa' y es donde el oído empieza a sentirse tapado.
Los lavados deben hacerlo solo los profesionales, personal entrenado. La limitante es que previo al mismo hay que definir si hay o no una perforación timpánica, ya que si está roto, el líquido que ingrese va a llevar microorganismos del conducto auditivo al oído medio, lo que puede generar o potenciar una infección.
- Confunde...
Hay un dolor que puede confundirse con la otitis y se da a manera de picada. No es precisamente dentro del oído, el paciente señala la molestia más adelante de la oreja. Se sitúa en la articulación de la mandíbula (articulación temporomandibular) y se inflama cuando hay alteraciones de la mordida, bien sea por trabajos dentales mal hechos, por que falten piezas dentales y por que el paciente tenga bruxismo (hábito involuntario de apretar los dientes de forma continuada, lo que puede ser generado por el estrés). Un odontólogo o un otorrino podrían identificarlo para corregirlo.
- Todo eso en general, pero ¿hay pacientes que deban tener especial cuidado?
Los pacientes diabéticos deben tener especial cuidado con sus oídos. Ellos son más susceptibles a esta condición, pues sus defensas no son las más adecuadas. La infección puede llegar al cerebro en un escenario muy catastrófico. Ellos no deben rascarse los oídos ni limpiárselos.
Todos los pacientes inmunodeprimidos también están más expuestos a las otitis. Ahí cabe la persona que tiene cáncer y está atravesando su proceso de quimioterapia, un paciente con VIH/Sida y alguien polimedicado, es decir, que está tomando muchos antibióticos.
Asepsia
"Hay un tip de cocina que puede ayudar en la asepsia del oído. Se vale combinar igual cantidad de vinagre de cocina con igual cantidad de alcohol y aplicarlos con un gotero. Se coloca al final de la tarde, cuando no van a ingresar más al agua, cinco gotas en cada oído y eso ayuda a prevenir infecciones manteniendo el pH del conducto. Limpiar con copitos adentro está prohibido", dijo Carlos Eduardo Henao Mejía.
El especialista indicó que para evitar el ingreso de agua también pueden utilizarse los tapa oídos, tapones protectores de silicona o los mismos gorros de baño.
Ilustración | www.segundomedico.com | LA PATRIA
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