Blanca Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Isabel Cristina Ríos sabe cómo es vivir cuando los riñones no funcionan bien. Por eso después de padecer durante cuatro años un tratamiento de hemodiálisis y recibir un trasplante de riñón, ahora, ocupa gran parte de su tiempo en promover campañas de prevención para evitar la enfermedad renal.
Con el apoyo de la Secretaría de Salud de Manizales, la Asociación Nueva Esperanza (A.I.T.), de la que Ríos hace parte y que integra a personas trasplantadas y a enfermos renales, realizó en los últimos tres meses campañas de prevención sobre la insuficiencia renal crónica, dirigida a instituciones educativas, empresas y grupos comunitarios.
Esta enfermedad, según la enfermera jefe Lucía Castaño Castillo, de la Secretaría de Salud de Manizales, es la incapacidad total de los riñones para desintoxicar la sangre, por lo que se produce de manera lenta, progresiva y puede pasar años sin que se presente ningún síntoma. Sin embargo, al llegar a nivel máximo (cinco) la persona muy seguramente necesitará un tratamiento de diálisis o un trasplante de riñón.
Hábitos saludables
Según la Asociación Colombiana de Nefrología, en Colombia el 60% de los pacientes que pierden la función de los riñones son diabéticos y/o hipertensos.
Alertar sobre algunas causas que se pueden prevenir, es el objetivo de la campaña, dado que el grupo más susceptible de sufrir de una enfermedad renal crónica es el que tiene antecedentes familiares de hipertensión, diabetes o enfermedades renales.
Así mismo, las personas con sobrepeso y que consumen bebidas alcohólicas en exceso son blancos fáciles. Por eso la clave, según Castaño, es llevar un estilo de vida sano, mantener controlada la tensión arterial y los niveles de azúcar en la sangre, acompañado de unas rutinas diarias de ejercicio y de mantener una dieta equilibrada y baja en sal.
Por lo tanto, lo más recomendable para las personas que hacen parte del grupo de riesgo es que acudan al especialista antes de que sus riñones comiencen a deteriorarse.
Además de eliminar los desechos a través de la orina, el riñón también controla la presión arterial, el nivel de glóbulos rojos en la sangre y se encarga de regular el metabolismo de la persona. Por eso, cuando el riñón no funciona bien la persona comienza a experimentar síntomas propios de una intoxicación paulatina. Se vuelve anémica, débil, se incrementa su presión arterial, por lo que desarrolla complicaciones cardiovasculares, como un infarto cardíaco o cerebral.
Lea en www.lapatria.com el folleto Cómo cuidar nuestros riñones.
Así como la diabetes y la hipertensión arterial son las responsables de taponar los filtros internos del riñón, hay otras afecciones que también lo pueden dañar:
. Lupus.
. Quistes en el riñón.
. Tóxicos como fungicidas y corrosivos.
. Lesión o traumatismo.
. Cálculos renales e infecciones urinarias repetitivas.
. Problemas con las arterias que llegan al riñón.
. Algunos analgésicos.
. Nefropatía.
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