B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
La diabetes afecta a 387 millones de personas en todo el mundo, y se prevé que en el 2035, la cifra aumentará a 592 millones.
En Caldas, las cifras son más desalentadoras. De 6 mil 629 casos reportados en el 2010 se pasó a 10 mil 819 en el 2015, teniendo el pico más alto en el 2014 con 14 mil 127 afectados.
Aunque se conocen varios tipos, la diabetes mellitus es la frecuente y la que se puede prevenir.
Las cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que el 90% es tipo 2, cuyo daño colateral son entre otras las enfermedades cardiovasculares.
Este riesgo aumenta porque al tener la glucosa alta se pueden generar lesiones en los vasos sanguíneos, lo que afecta órganos como el corazón. En otros casos, son los riñones, los ojos y las extremidades.
El problema es que aunque los niveles de glucosa estén controlados, la diabetes sigue guardando una estrecha relación con otros trastornos que incrementan la probabilidad de presentar enfermedades cardiovasculares, como por ejemplo la obesidad y la hipertensión. Esta última se da con mayor frecuencia en personas en esta condición.
Yadira Villalba, médica endocrinóloga y miembro de la Asociación Colombiana de Endocrinología, aclara que la diabetes es la enfermedad que más se incrementa en el mundo. La compara con una epidemia. Sostiene que esta se genera debido a una suma de factores como el sedentarismo y los malos hábitos alimenticios, la herencia en primer grado (padres o hermanos) y la edad, con mayor prevalencia después de los 45 años.
Pese al pronóstico, Villalba admite que la medicina ha demostrado que se puede disminuir el riesgo haciendo al menos 150 minutos a la semana de una caminata a paso rápido y adicionar una dieta balanceada con cerca de 1.500 calorías, que equivale a una harina en cada comida.
Asegura que en pacientes que ya son prediabéticos estas medidas les reduce el riesgo en un 58%.
Los diabéticos tipo 2 tienen una alteración en la producción o en la acción de la insulina, hormona que se produce en el páncreas. Esta hormona se encarga de repartir el alimento apenas llega la comida al organismo.
Cuando hay déficit de esta hormona o no quiere actuar empieza el malestar (orinadera, sed y cansancio), y si no hay control se afectan todos los órganos porque de una u otra forma necesitan que el azúcar entre.
La gran preocupación, según Villalba, es que la cifra de niños con diabetes tipo 2 también va en aumento, y en ellos está más ligada a la obesidad.
Si el niño está delgado y tiene los síntomas: orinadera, sed, ganas de comer a cada rato y pérdida de peso, tiene diabetes tipo 1, es decir, no tienen insulina.
“Pero si es obeso y tiene los mismos síntomas se trata de diabetes tipo 2, es decir no necesita insulina, sino cambiar sus hábitos, bajar de peso, hacer ejercicio y que en la familia y el colegio lo apoyen para lograr esas metas”.
Según la Encuesta Nacional de Nutrición en Colombia 2010, entre 2005 y 2010 la prevalencia de sobrepeso y obesidad se incrementó en 26%. Uno de cada seis niños y adolescentes presentó sobrepeso u obesidad.
Según datos del Ministerio de Salud, las bebidas azucaradas causan el 13% de la mortalidad por diabetes, 5% de la mortalidad por enfermedades cardiovasculares y 1% de la mortalidad por neoplasias asociadas.
Esto podría traducirse en 3.500 muertes anuales aproximadamente.
Por esta razón, el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia y la Organización Panamericana de la Salud anunciaron su apoyo a las medidas del Gobierno Nacional para contribuir a la disminución de la obesidad infantil, desestimulando el consumo de bebidas azucaradas, y para contribuir a la prevención de otras enfermedades crónicas, originadas por el tabaquismo. Por esta razón se optó por gravar estos producto en la Reforma tributaria. La medida ha sido denominada la reforma saludable.
Según los cálculos del Ministerio de Salud, los cambios inducidos disminuirían la prevalencia de diabetes en decenas de miles.
La prevención de la obesidad infantil, se genera desde la gestación, y pasa por evitar el tabaquismo en el hogar, reducir el exceso de peso de la madre, generado entre otras por el consumo de bebidas azucaradas.
“También se debe amamantar al bebe con leche materna de forma exclusiva hasta los seis meses, y seguir la lactancia complementándola con otros alimentos saludables”, afirmó Roberto de Bernardi, representante de UNICEF en Colombia.
La endocrinóloga Villalba recomienda el consumo de fruta, no el jugo. Explica que la fibra que aportan las frutas actúa como un filtro para que el azúcar no ingrese directamente a la sangre, sino
que lo hace poco a poco, lo que produce menos insulina para asimilarla.
“Al ingerir jugo, además de estar colado, el azúcar está expedita, entra rápidamente a la sangre, provoca la oleada de insulina y produce obesidad. Además, al no tener el beneficio de la fibra impide una buena digestión y ocasiona estreñimiento”, aclara.
“Claro que sí. El organismo a través del hígado y otros órganos produce el azúcar necesaria para que tengamos una vida sana y normal”, afirma Villalba.
Otra preocupación que asalta a los organismos de salud es la diabetes gestacional.
Enfermedad que se asocia a factores de riesgo como sobrepeso, antecedentes de diabetes, preclampsia, hipertensión, y al aumento en la edad en las embarazadas.
Daniel Molano Franco, coordinador de Mortalidad Materna de Fecolsog, en Colombia hay datos de hace dos o tres años que demuestran que la incidencia sí ha aumentado. Antes era de 3 a 5 por cada 100 embarazadas ahora es de 7 a 10 por cada 100 embarazadas. Esta se presenta en el segundo trimestre del embarazo.
Ingresar a un plan de control preconcepcional en el que se les practica una tamización de enfermedades, que incluye hipertensión arterial, diabetes, enfermedad tiroidea, dislipidemia y si se llega a detectar una alteración, lo más prudente en empezar un tratamiento de corrección antes de quedar embarazada.
Molano Franco reconoce que son frecuentes las complicaciones. Los niveles elevados de azúcar en la mamá atraviesan la placenta y se incrementan en el feto, que como defensa produce más insulina de la normal, lo que favorece el crecimiento corporal.
“Las complicaciones neonatales son hipoglicemia del recién nacido, prematurez e infecciones. Además, de obesidad y enfermedades cardiovasculares a largo plazo o en su edad adulta”.
La recomendación es que a todas las embarazadas se les practiquen pruebas de tamizaje para una detección temprana de diabetes gestacional.
Si se detecta será tratada con un tratamiento, que incluye medicamentos, cambios en los estilos de vida y dietarios. Un equipo interdisciplinario será quien atienda a esta mamá (nutricionista, endocrinólogo, ginecólogo, psicólogo y pediatra) preparados para el bebé no tenga complicaciones en el parto.
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En Colombia no hay datos exactos; sin embargo, los estudios epidemiológicos citan que entre el 8% y 11% de mayores de 45 años tienen diabetes. Esto quiere decir que en Colombia hay alrededor de 4 millones de personas afectadas.
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“Lo importante es que la gente tome conciencia de que tenemos que regresar a nuestros orígenes, es decir movernos más, comer sano, masticar frutas, verduras y proteínas. No más comida procesada”, afirma la endocrinóloga Yadira Villalba.
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