Enfermeras en Villamaría les llegan con medicamentos a las veredas

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

Con cinco bolsas de papel en la mano, la enfermera Ana Lucía Muñoz Jiménez, del puesto de Salud de la vereda Gallinazo, en Villamaría, comenzó su jornada el Sábado Santo.

Su misión, desde las 8:30 de la mañana, era entregar medicamentos, ahora que las personas cumplen con la cuarentena que busca evitar nuevos contagios por el coronavirus. Ayer, la Organización Mundial de la Salud anunció que la covid-19 es 10 veces más mortífera que la H1N1.

Esta vez no requirió moto, como lo hace en otras ocasiones, cuando debe ir a zonas lejanas.

Arribar a la casa de María Betsy Salazar Cuervo es como si llegara alguien de la familia. Anita, como le dicen en la vereda, le preguntó por su salud y le entregó los medicamentos, también constató cómo estaba la presión, pues la mayoría son hipertensos.

Después de ese primer diálogo, la enfermera aprovechó para educar sobre la covid-19, dado que en otra casa una señora la atendió sin tapabocas. “Les explico que deben usar tapabocas y enfaticé en el lavado de manos”, expuso.

A pie o en moto

La enfermera relató que cuando esta labor es en las veredas puede tardar más. “Hace días fui a una casa en la vereda Montaño y tardé una hora caminando. La primera parte la hice en moto”.

Según la enfermera, esta es una buena medida, porque las personas que no pueden salir, no se quedan sin las medicinas y tampoco se descompensan, como sí le sucedió a Elsa María Cuervo, quien sufre de artrosis, lo que le ocasiona dolor y dificultad para caminar.

“Hay un medicamento que solo me aplican en Medimás y hace como tres meses que no lo recibo. Hablé en la EPS, pero me dicen que no me lo pueden entregar, porque hay mucho riesgo en la aplicación”.

La señora manifestó que Anita les evita riesgos, máxime ahora que la comunidad está sin transporte.

Ana Lucía expuso que el médico de urgencias del hospital, después de conocer el caso, le prescribió Tramadol, para aplicarle una cada 15 días mientras puede ir para inyectarle la otra medicina”.

Aclaró que todas estas medidas son de mucha ayuda, “así sostenemos a los enfermos en las veredas mientras esto pasa”, concluyó.

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Desde que comenzó la cuarentena

Son cinco enfermeras para igual número de sectores. Ellas ejercen su labor en las veredas Llanitos, Río Claro, Alto Castillo, Nueva Primavera y Gallinazo. El Ministerio de Salud expidió la resolución 521 que define la atención

telefónica, virtual y domiciliaria para personas en aislamiento preventivo obligatorio, en especial mayores de 70 años, con patologías crónicas y gestantes.

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Los controles de crecimiento y desarrollo continúan. “Si toca ir hasta la casa, pues vamos. La idea es que no se desplacen desde las fincas para evitar riesgo”.

En la vereda Llanitos quien entrega los medicamentos es la enfermera Teresa López.

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Ana Lucía lleva 29 años como enfermera en el puesto de Salud de la vereda Gallinazo. Destaca que llevarles las medicinas es una opción que les evita un riesgo de contagio.