Elegir niñera, una tarea que se debe planear

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

Dejar a los hijos en manos de terceros es una decisión que enfrentan los padres cuando ambos trabajan. La disyuntiva es encontrar la niñera ideal o escoger el jardín infantil que se acomode a sus requerimientos.

Aunque muchas madres se sienten culpables por dejar a sus hijos en manos de otra persona, la decisión solo se puede tomar en familia.

De acuerdo con la psicóloga Martha Luz Páez, adscrita a la U. de Manizales, hay que considerar la situación particular.

Agrega que hay hogares que por diversas circunstancias, bien sea porque su residencia es distante de su red familiar o por su edad, salud u ocupaciones, no pueden contar con el apoyo de personas cercanas para esta labor.

Lo que sí es claro, según la psicóloga, es que se trata de delegar el cuidado mas no la responsabilidad y delegar el acompañamiento mas no el compromiso afectivo que genera ser progenitor.

Según la psicóloga, cada familia debe analizar sus posibilidades y decidir si contrata a una niñera o puede considerar un jardín infantil que le supla esta necesidad.

Frente a este último, resalta la riqueza de la estimulación que se recibe en estos centros y que difícilmente se compensa con la que obtienen de un cuidador en casa, teniendo en cuenta que allí comparten con otros niños, tienen personas capacitadas, material y salidas didácticas, por eso aclara “no podemos esperar a que sea lo mismo”.

Idoneidad

Si lo que desea es que el niño permanezca los primeros años de su vida en el hogar, la psicóloga sugiere:

* Cerciorarse de que la elegida tenga sus respectivas recomendaciones.

* Que sea idónea desde el punto de vista cognitivo, afectivo y de interacción con el menor

* Lo importante es la motivación y el interés por el cuidado de los pequeños.

* Que tenga conocimientos generales del desarrollo integral del menor y conozca sobre los requerimientos cognitivos, de aprestamiento psicosocial y motricidad, que se requiere.

* No se trata de ponerlos frente a un aparato de televisión, sino de brindarles una estimulación variada, pertinente, que esté de acuerdo con la edad del niño y su nivel de desarrollo.

* Que tenga un temperamento sereno, que le tenga paciencia al chico.

* Que tenga actitud, valores y respeto por el desarrollo del niño para evitar sorpresas.

Atentos a las señales

La experta sugiere que hay que estar atentos a las señales que pueda dar el niño tras un posible rechazo hacia el cuidador, bien sea en casa o en el jardín.

* Cuando el niño empieza a manifestar rechazo a ir al jardín o a quedarse solo con el cuidador.

* Llanto, irritabilidad, aislamiento, tristeza, temor, cambios bruscos en el comportamiento, en las actitudes.

* Cuando se empieza a quejar de dolores reiterados que generen sospecha.

Por ejemplo, que de un momento a otro la niña aparece con un flujo vaginal o un dolor fuerte en los genitales. Que manifieste una hipersexualidad que deja sorprendido al contexto familiar, porque asume unos comportamientos, lenguajes, expresiones verbales o no verbales, que no son usuales en el ámbito de la familia, y que indica un posible abuso sexual.

* Que se está tornando demasiado agresivo, irritable, aislado, temeroso o gritón y que bien puede ser víctima de maltrato.

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“No se trata de satanizar la internet. De acuerdo a la edad del niño el juego dosificado y bien empleado puede ser útil, el problema es que a veces el televisor y la internet se constituyen en la niñera”, Martha Luz Páez.

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“Lo importante es que tengamos un equilibrio, porque a veces se nos va la mano y el chico pasa hasta 12 horas con el cuidador y muy poco con alguien de la familia”, Martha Luz Páez.

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Otras propuestas

Cada vez hay más propuestas tanto en jardines e incluso colegios que ofrecen cuidado y acompañamiento. La psicóloga asegura que cuando están en grupo se favorece la sociabilidad, la interacción, aprenden a compartir, a desarrollar tolerancia a la frustración, “porque que cuando están demasiado cuidados en solitario y en casa se acostumbran más a la figura del adulto, que a la figura del par, del chico de su edad”.

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El uso de las listas es un buen método tanto para la niñera como para los padres, ya que al anotar la rutina que debe seguir, ella podrá verificar cada paso sin lugar a olvidos y usted tendrá más seguridad en cuanto al trabajo de la persona que contrató.