El cuerpo agradece la higiene bucal

B. Eugenia Giraldo

LA PATRIA | MANIZALES

“El segundo viernes de junio y el segundo viernes de noviembre que les dan paso a las vacaciones siempre tuvieron un sinsabor. Los lunes siguientes, primeros días libres, nunca fueron felices, teníamos que ir donde Rodolfo, el odontólogo”, narra José. Recuerda que gracias a esas citas semestrales aprendió a cuidar sus dientes y por ende su salud, aunque admite que por temor una que otra vez le mordió la mano a Rodolfo.

La odontóloga María del Pilar Cerezo, docente de la Universidad Autónoma de Manizales y coordinadora del proyecto Alianza por un futuro libre de caries, sostiene que es esencial que las personas entiendan que lo que ocurre en la boca tiene implicaciones en el resto del cuerpo.

Explica que la cavidad bucal puede sufrir de muchas enfermedades, entre ellas la caries dental y la enfermedad periodontal, aunque cita también otros trastornos como las maloclusiones, los trastornos de la articulación temporomandibular y el cáncer bucal.

“Por estas enfermedades se afecta el área de la boca, también los tejidos de soporte y los tejidos blandos. Por eso hay que acudir al odontólogo con regularidad para que evalúe cómo está su salud bucal”.

Desde el vientre

Adriana Marcela López Macías, carióloga e investigadora de U. Autónoma, manifiesta que el objetivo de la odontología es mantener la buena salud oral y prevenir la aparición de enfermedades y sus posibles daños.

Para ello, dice, es necesario que las personas conozcan los beneficios que tiene la prevención de la salud oral, que se debe iniciar desde que el ser humano se encuentra en el vientre, inculcando buenos hábitos de alimentación e higiene a la gestante y después a niños y adolescentes y a través de todo el ciclo de vida.

Expone que este cuidado siempre debe estar ligado a la supervisión del especialista para un diagnóstico oportuno y así reconocer factores de riesgo individuales.

La experta también llama la atención sobre la concepción errada de que la odontología como la profesión solo se preocupaba por restaurar y reponer los órganos dentarios, perdidos o en mal estado, o asistir solo cuando el fenómeno estético es más moda que verdadera funcionalidad.

Añade que para alcanzar metas en la prevención en salud oral es necesario evitar o disminuir la aparición de caries dental e inflamación periodontal, enfermedades responsables del 95% de la pérdida dental.

“Aunque se ha avanzado mucho en la prevención y en la consecución de una mejor salud oral, aún se gasta mucho dinero y tiempo en curación por falta de prevención, reparando y reemplazando las piezas dentales afectadas”.

Fragilidad

1. Caries

* Destruye los tejidos duros del diente y una vez acaba con ellos, pasa a la pulpa, que es el nervio del diente y cuando se infecta, hay que extraerla, lo que se denomina tratamiento de conducto o endodoncia.

* La pula es la nutrición del diente, la vitalidad y la nutrición. Es como cortarle la raíz a un árbol, se vuelve un tronco seco, que al estar deshidratado se fractura más fácil, por eso terminan en coronas o con núcleos y en el peor de los casos, se daña la raíz y el paciente termina con un implante.

* Hay que tener en cuenta que cuando hay una caries y el odontólogo la trata, esta puede llegar por otras zonas, por eso hay que tener cuidado, porque las restauraciones serán más invasivas.

* Si el tratamiento de conducto se hace oportunamente, es decir cuando la infección está en el diente, pero hay casos en los que las bacterias pasan al torrente sanguíneo y es cuando la persona llega con un absceso o con una celulitis.

* El absceso lo trata el odontólogo, pero la celulitis requiere hospitalización, porque es una infección que va por el torrente sanguíneo y pasa por el organismo.

* Las caries en las personas adultas ya no se producen en las coronas de los dientes, sino en la raíz, que no es evidente, pero sí muy grave.

2. La placa bacteriana

* Si no se elimina, las bacterias lesionan el tejido sano y duro.

* Hay otras que se ubican en la encía y se dedican a destruir el tejido blando.

* Lo más importante es la higiene y por eso hay que identificar el factor de riesgo, porque no es lo mismo un paciente sin ninguna enfermedad sistémica a uno con diabetes, por ejemplo.

* La profilaxis es esencial porque la placa bacteriana, que se ubica en la encía y que el paciente no retira, el único que lo puede hacer es el odontólogo.

Pasos

1. Las bacterias se alimentan de los carbohidratos fermentados, por eso el dulce se debe consumir, por ejemplo, después de una comida copiosa.

2. Lavar los dientes, porque no se puede dejar esa placa sobre la superficie del diente. Hay que removerla.

3. Usar seda dental, porque hay zonas donde no llega el cepillo.

4. El enjuague ayuda a eliminar el número de bacterias que hay en la boca, después del cepillado, porque el enjuague no hace barrido.

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“Todos los pacientes están clasificados en niveles de riesgo. Si es de alto riesgo, debe acudir al odontólogo cada tres meses”.

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Recuerde que las prótesis también hay que lavarlas todos los días, de lo contrario se acumulan bacterias.

El cuidador de pacientes con alzhéimer o con enfermedad mental debe estar pendiente de la higiene dental de estas personas.

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Nuevo modelo

* Hoy el modelo de salud que propone el Ministerio de Salud que incluye las rutas de promoción y mantenimiento de la salud y el odontólogo hace parte de esta ruta.

* El paciente debe solicitar cita y el odontólogo es el encargado de los procedimientos de prevención de patologías orales y si le encuentra alguna alteración lo remite a la ruta de salud bucal, que le atiende la enfermedad.

* El odontólogo no solo le recomienda cómo debe ser el cepillado y el uso de la seda dental, sino cómo debe ser la alimentación, especialmente el manejo de los azúcares.

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Recomendaciones

* Técnica de cepillado y frecuencia

* Usar la crema dental que el odontólogo recomiende, no elegirla como cosmético.

* Limitar el consumo de azúcares durante el día, no solo para prevenir la caries. Entre más veces lo ingiera en el día, más puede aumentar la caries dental.

Fotos | Freddy Arango Patiño | LA PATRIA

El deterioro dental puede prevenirse limpiando los dientes y encías tres veces al día, como mínimo. Una dieta sana con el mínimo de azúcar posible es otra regla básica.