Corazón

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Las enfermedades cardiovasculares son, según la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la principal causa de discapacidad y muerte en el mundo. Colombia y el Eje Cafetero no están lejos de ello.

Estas condiciones tienen que ver con un grupo de enfermedades que requieren de cuidados a largo plazo, adherencia bastante juiciosa a los tratamientos y algunas restricciones.

Ana Cristina Montenegro Arenas, médica vascular e internista directora de la Clínica de Enfermedades Vasculares de la Fundación Santa Fe de Bogotá, precisó información importante sobre este tema, que debemos tener en cuenta.

"Cuando hablamos de enfermedad cardiovascular, hablamos de un grupo de patologías complejas que incluyen enfermedades crónicas no transmisibles como la hipertensión, la diabetes, el colesterol alto (dislipidemias), infarto agudo del miocardio, la enfermedad cerebrovascular, entre otras; que terminan produciendo alteraciones en todo el sistema cardiovascular (corazón, arterias, riñones, etc), lo que compromete todo el cuerpo".

Montenegro se refirió a un dato poco alentador. Dijo que en el mundo mueren cada año 18 millones de personas por patologías cardiovasculares. De esos, más o menos 7 millones cursan con hipertensión arterial.

"Respecto a la prevalencia de hipertensión arterial en Colombia, vemos que no hay una gran diferencia entre hombres y mujeres, pero sí hay una tendencia a ser un poquito mayor en los varones", resaltó la experta.

Montenegro mencionó que hay algunos reportes que muestran una prevalencia un poco más grande de enfermedad cardiovascular en el Eje Cafetero.

 

Ana Cristina Montenegro Arenas

 

La profesional respondió:

 

- ¿Cómo está Colombia, en general, frente al seguimiento de estas condiciones?

Tenemos registros de enfermedades crónicas, no tan recientes. El estudio más grande de prevalencia de hipertensión arterial en Colombia es el estudio Carmela, que ya es viejo. Este revela mayores casos, como dije, en el Eje Cafetero; y en la Costa Caribe.

Eso tiene que ver con algunos hábitos frecuentes en aquellas zonas del país, por ejemplo, el tabaquismo, cierta alimentación (fritos), comidas altas en carbohidratos (azúcares). Está relacionado con la forma de vida de las poblaciones.

 

- ¿Cuáles son  factores de riesgo para las enfermedades cardiovasculares?

Los principales factores de riesgo incluyen la presencia de diabetes o azúcar alta en la sangre, el colesterol alto, el sedentarismo, el tabaquismo y la edad. Así mismo, algunos factores genéticos intervienen. Enfermedades inmunológicas, como el lupus; o condiciones infecciosas, como el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), pueden complicar la situación.

 

- ¿Qué elementos externos tienen que ver con su desarrollo?

Es importante también el nivel socioeconómico de las personas. El riesgo cardiovascular es mayor en las poblaciones de bajos recursos, por temas de alimentación, de falta de seguimiento, etc.

 

- ¿Qué se puede hacer para alejar la enfermedad cardiovascular?

Lo más importante es, desde la primera infancia, abogar por los buenos hábitos que lleven a disminuir la incidencia de sedentarismo y de obesidad. Los menores deben volver a salir a jugar. Tienen que dejar de estar tanto tiempo pegados a las pantallas. Hay que estimular la adecuada alimentación, con cantidades suficientes de frutas y verduras; y disminuir el consumo de grasas saturadas, de alimentos ricos en sal y aquellos ricos en azúcares refinados.

Los más grandes, que también deben alimentarse adecuadamente, tienen que rechazar el cigarrillo, las sustancias psicoactivas y la ingesta de bebidas alcohólicas. Deben preferir las actividades al aire libre, el ejercicio. Tienen que disminuir las cargas de estrés, dormir adecuadamente.

Un paciente ya diagnosticado con enfermedad cardiovascular deberá estar monitoreado por su médico y ser muy juicioso con la medicación, para prevenir descompensaciones y hospitalizaciones innecesarias.

 

 

 

Fortaleza local

Jorge Rubio

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Jorge Rubio, director Territorial de Salud de Caldas (DTSC), habló de una condición frecuente en el departamento y resaltó algunos servicios hospitalarios, con fortaleza en lo cardíaco.

"La incidencia y la prevalencia de hipertensión en Caldas es importante. La incidencia está relacionada con los casos nuevos; mientras que la prevalencia es el número de casos acumulados que vienen de años anteriores".

En el caso de que la hipertensión avance hasta comprometer órganos fundamentales, ahí es -según Rubio- que cobra importancia el II y III nivel de atención de la red hospitalaria de Manizales, reforzada para la atención cardíaca.

"Ahí es donde las unidades de hemodinamia empiezan a tener una importancia vital, porque es en ellas que se interviene la enfermedad coronaria aguda. El Hospital Departamental Universitario Santa Sofía y la Clínica Avidanti tienen estas unidades, esto es muy bueno para la población de la ciudad y del departamento", resaltó.

Rubio insta a las personas a tener cultura del autocuidado, esto para evitar el desarrollo de patologías con afectación cardiovascular. Llamó a controlar el acceso a los factores de riesgo.

 

 

 

Con el sistema de salud

"Tenemos una buena cobertura en salud en el país, pero nos hacen falta campañas de prevención primaria en la población, que dependen de los diferentes sectores de gobernabilidad de cada departamento", dijo Ana Cristina Montenegro Arenas.

La experta agregó: "Casi todas las EPS tienen programas de atención de pacientes crónicos, en los que están permanentemente monitoreando este daño en los órganos principales. Es decir, monitorizan que estén bien de los riñones, que les estén dando sus medicamentos, etc".

 

 

 

Desde su caso

Los primeros síntomas que le anunciaron a Álvaro Osorio que algo no andaba bien con él, los sintió -aproximadamente- hace 35 años. Vivía en el Cesar y empezó a padecer mareos, como borracheras; y fuertes dolores de cabeza.

Eso lo llevó a buscar ayuda médica, sobre todo, porque presentía que lo suyo fuera hipertensión (presión arterial alta ), una enfermedad que sus dos padres, ya adultos mayores, sufrían.

Y, lamentablemente, sus sospechas terminaron siendo ciertas. Tras varias pruebas que le practicaron, el diagnóstico confirmó lo que creía. Hoy, ya viviendo entre dos ciudades del Eje Cafetero, está en controles para su condición y toma los medicamentos que lo regulan.

Su mensaje: "Lo mío, puedo asegurar, es por genética, pero otras personas pueden evitar la enfermedad alimentándose bien, comiendo ensaladas y frutas; y haciendo deporte. Eso es lo básico".