Compartir con la familia, el mejor de los regalos

Elizabeth R. Rojas

LA PATRIA | Manizales

Pedro, de 7 años, estuvo triste porque -como se lo comentó a Melissa, una prima de 19- no tenía plata para darle un regalo a su mamá. Le dijo que había visto cómo su padre le dio una falda de aguinaldo y que las monedas que él tenía no le alcanzarían para comprar una de esas.

Melissa tampoco lo podía ayudar, ya que era estudiante universitaria y no tenía dinero para aportarle. Lo único que se le ocurrió fue sugerirle que le hiciera una carta y un cofre de palitos de paleta. Pedro siguió la indicación.

Una tarde cuando su progenitora regresó del trabajo, Pedro le entregó el presente y la madre -ante la sorpresa- no hizo más que abrazarlo en medio del llanto. Le dijo que era el detalle más hermoso que, después de él, le había entregado la vida. Pedro se sintió orgulloso.

Valor diferente de precio

José Fernando Vélez Trejos, psicólogo y docente de la Universidad de Manizales, habló de la importancia que tiene enseñarle a los hijos que los regalos no son lo más relevante de la Navidad, que no es el tamaño o el costo, sino el cariño que se le ponga al objeto entregado.

"Si ven que los adultos hacen hasta lo imposible por comprar regalos caros, lo que ven es que eso es lo importante. Eso se convierte en una competencia entre los adultos", puntualizó el especialista.

Según Vélez Trejos, los adultos modelan la conducta en los menores de edad. Dijo que si desde que están pequeños les enseñan el valor de la amistad, de la familia y lo que representan los seres queridos, eso será más relevante que el acto de dar.

"En eso tiene mucho que ver el ejemplo y la formación en valores que les damos a nuestros niños. Algunos creen que entre más grande o costoso sea un regalo, así es el amor y no. No se tiene que confundir esa relación", concluyó el psicólogo.