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A medida que pasa el tiempo la persona con alzhéimer es más dependiente del cuidador.
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Llegó apresurada a su casa y la cara de enojo no dejaba asomo de duda: algo le había pasado. "Me tocó regresar en taxi, porque no me acuerdo dónde dejé el carro", expresó Bertha, de 70 años. Después, sin dar espacio a que sus hijos dijeran algo, comentó: "para colmo me cobraron más de la cuenta por la carrera, siempre he pagado mil pesos, eso creo".
Aunque su familia quedó asombrada con este hecho, Bertha no le dio importancia y continuó como si nada. Salía a hacer su vueltas al banco, se encontraba con sus amigas... No obstante, familiares y amigos notaban cambios en su rutina, pequeños olvidos y comportamientos erráticos que distaban mucho de lo que era ella realmente. Meses más tarde, después de una consulta médica especializada, llegó el dictamen: Bertha experimentaba los primeros síntomas de la enfermedad de Alzheimer.
El geriatra Carlos Alberto Cano, director del Instituto de envejecimiento de la Universidad Javeriana, Hospital San Ignacio, afirma que las modificaciones en la memoria son inherentes a todos los seres humanos y hay cómo diferenciarlas.
"La llamada memoria del disco duro o del conocimiento no se modifica e incluso se incrementa con la experiencia. Pero hay otra, la del qué, cómo, cuándo y dónde, que aunque es natural que se altere con la edad, es evidente que altera la funcionalidad cuando repercute en el desempeño social, familiar o laboral y en su cotidianidad. Es ahí cuando se diferencia del envejecimiento normal", afirma Cano.
Sobre los rangos de edad, Castro aclara que la enfermedad de Alzheimer está asociada con gente mayor. "La posibilidad de tener una demencia a los 65 años es tan solo del 5%, pero a los 80 o 90 años de edad es del 50%", lo que muestra que a mayor edad hay más riesgo de padecerla.
Otro factores de riesgo que destaca el geriatra son:
* Sufrir un trauma cerebral.
* Tener familiares con síndrome de Down en primera generación.
* Ser mujer, hay un 66% de alzhéimer en mujeres y un 33% en hombres.
Después de que comienza la enfermedad no hay marcha atrás, advierte Cano, pero hay medicamentos que pueden modificar su evolución. Hay otras intervenciones como la musicoterapia, arteterapia, la terapia ocupacional que mejoran su calidad de vida.
Por ser una enfermedad neurodegenrativa y muy dependiente, para los pacientes que la padecen es importante el rol de los familiares y los cuidadores, pues también es muy dependiente. Hay una página en Facebook www.facebook.com/viviendoconalzheimer, donde encontrarán ejercicios para la memoria, consejos e información reciente acerca de la enfermedad.
Adicional a una dieta balanceada y a la práctica de ejercicio regular, el geriatra Carlos Cano afirma que un nivel educativo alto protege contra la enfermedad. "Lo ideal es tener una actividad mental constante que incluya: leer, comentar, opinar, es decir, interactuar con el conocimiento. Adicional a esto, los ejercicios que recrean la mente también ayudan".
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