B. Eugenia Giraldo
LA PATRIA | MANIZALES
Una cistitis que se repitió varias veces el año fue el primer síntoma que presentó una mujer de 31 años en Manizales. Luego de muchas consultas y exámenes, el diagnóstico llegó el 2 de diciembre pasado: un tumor en el riñón, tipo carcinoma, del que se desconoce si es benigno.
El tratamiento que le ofrecen los médicos es la cirugía por laparoscopia. Lo que le preocupa es que hasta la fecha aún no se la han practicado. “Aparte de la tensión por el tiempo que transcurre esperando la cirugía, siento dolor, porque no me puedo agachar y en ocasiones hasta se me baja la presión. Es más, eso me tiene desesperada porque el tumor puede lesionar otros órganos”, dice.
El urólogo Roberto Iván Giraldo, del Centro de Diagnóstico Urológico, en Manizales, manifiesta que el riñón tiene dos tipos de lesiones que lo pueden comprometer: patologías en el área donde se filtra la orina (glomerulopatías) que las estudia la nefrología, y hay otras que comprometen los conductos y el tracto urinario que son urológicas, que están agrupadas en tres tipos: infecciones urinarias, cálculos y carcinomas de riñón.
De acuerdo con Giraldo, el cáncer de riñón tiene su pico de presentación al final de la quinta o sexta etapa de la vida.
Sobre los síntomas de esta patología, dice que ha tenido el remoquete de ser el “gran simulador”, aunque asegura que el 60% de los pacientes manifiesta una triada diagnóstica: dolor lumbar crónico, sangre en la orina (hematuria) y presencia de una masa palpable.
“También puede tener un componente endocrino y producir un aumento de los glóbulos rojos, la concentración de proteínas y calcio en la sangre”.
Sobre los factores de riesgo, Giraldo cita el componente genético y familiar y refiere otras causas cuyo origen es tóxico o por agentes externos como plomo y cadmio.
Según la nefróloga Adriana Robayo, integrante de la Asociación Colombiana de Nefrología, el riñón no duele, es la cápsula que lo recubre lo que produce el dolor avisándole al cuerpo que algo anda mal. Explica que los tumores en los riñones pueden pasar desapercibidos por mucho tiempo y llegar a ser un hallazgo incidental cuando el paciente consulta por otras causas.
“De los 1.100 casos nuevos que se diagnostican al año, aproximadamente el 30% se detecta en estado avanzado o metastásico (cuando ya el cáncer ha invadido otros órganos)”.
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*Con información de Norvastir Oncology
Según el urólogo Roberto Iván Giraldo, dependerá de la etapa en que se encuentre el cáncer y del estado de salud general del paciente.
* Vigilancia activa: porque el tipo y crecimiento del tumor es tan inocuo que muchas veces solo se observa, porque tiene bajo potencial de agresividad. Es una opción de manejo en aquellos que cruzan la barrera de los 75 años.
* Punciones percutáneas con radiofrecuencia o frío: utilizadas para producir una necrosis de la masa.
* Cirugías laparoscópicas: se extrae el tumor con el fin de preservar la funcionalidad del órgano.
* Extracción total cuando la enfermedad es avanzada: se deja el otro riñón para conservar la funcionalidad y preservar la vida del paciente.
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La principal función del riñón es filtrar la sangre eliminando desechos del cuerpo, manteniendo el equilibrio del agua, la sal y otras sustancias del organismo.
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Es más frecuente en hombres que en mujeres y especialmente en adultos mayores. La edad promedio del diagnóstico de esta patología es a los 64 años.
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