GEOVANNY MARTÍNEZ
LA PATRIA | MANIZALES
Andrey Rangel, estudiante de Administración de Empresas de la Universidad Nacional, reconoce que, gracias a las falencias de sus compañeros para redactar ensayos y cuidar la gramática, él gana plata haciéndoles los trabajos. "Les aterra cuando el profesor pide un ensayo o una composición porque son descuidados con la ortografía y la gramática, y hasta tienen dificultades para transmitir sus ideas en un artículo", expresó el joven, que cursa sexto semestre.
La misma percepción la tienen el Ministerio de Educación, el Ministerio de Cultura y las propias universidades, que ven con preocupación las deficiencias de los universitarios a la hora de leer y escribir. A través de exámenes realizados por el Estado, como Saber Pro (los antiguos Ecaes) se observó que los estudiantes tienen deficiencias en matemáticas y competencias lingüísticas, aún quienes se forman como licenciados para ser docentes.
En las pruebas Saber que les aplican a los estudiantes de grado undécimo, se detectó un vacío en las habilidades de lectoescritura, con mayor tendencia en colegios de estratos bajos, lo cual configura una dificultad adicional para ingresar a la educación superior y mantenerse en ella, distinta a las posibilidades económicas.
Otro diagnóstico fue el que efectuó la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), que cada tres años evalúa la educación y que, en su más reciente estudio, hizo énfasis en el lenguaje. Los resultados, difundidos por el ICFES, muestran que el 47% de los estudiantes en una edad promedio de 15 años, es decir, quienes culminan su bachillerato, no tendrían las capacidades para cumplir con los requerimientos de un programa de educación superior.
Hablan los docentes
“Esta es una situación que no solo afecta a estudiantes de primeros semestres. Incluso entre los superiores se observan tesis mal escritas, con ideas inconexas y argumentación muy pobre; también está el fenómeno del plagio, que evidencia no solo su mala fe, sino su dificultad para escribir”, manifestó Jorge Hernán Arbeláez, docente de la Universidad Nacional.
Camilo Giraldo, docente de Lógica y escritura en la Universidad de Manizales y coordinador del proyecto Palabra Kadabra en la Universidad de Caldas, que incentiva a los niños y jóvenes a leer y escribir, explicó que ya es un problema cultural que le cogió ventaja a la academia. "En los colegios ni los mismos profesores de literatura entienden lo que leen. Por eso cuando los jóvenes entran a la universidad se encuentran con textos académicos complejos que terminan memorizándolos para un parcial, pero que después de presentarlo los olvidan".
Otra consecuencia es que el modelo de aprendizaje actual plantea una continua actualización de los profesionales, donde cada quien, además de los conocimientos impartidos, debe estar permanentemente incorporando las innovaciones de su área.
Edilberto Granados López, docente de Competencias comunicativas en la Universidad Católica, manifestó que en la actualidad las deficiencias no están dadas porque la gente sea perezosa y no sepa conceptuar, sino porque hubo un cambio neuronal en las percepciones de la lectoescritura que se debe a las nuevas tecnologías. "Se interactúa en las redes sociales, que dan al cerebro órdenes de informarse de una forma rápida y espontánea; por eso el texto lento y pesado hace que a la gente le dé sueño y se distraiga. En los últimos estudios en neurología se detectó que hay un cambio en las redes neuronales en la forma como el hombre procesa la información; de ahí todo este evento de que la gente no sepa leer, escribir ni argumentar. Hay un problema de información y comunicación", destacó Granados López.
Entre los errores más comunes que él encuentra en los textos de los estudiantes es que escriben como si estuvieran haciéndolo en Facebook. No utilizan los signos de puntuación correctamente, no redactan oraciones con sentido, sino frases informativas.
Él dice que el llamado de atención no solo es para los estudiantes, sino también para los docentes. "Hay que entender que las estructuras mentales de los estudiantes están cambiando y no nos podemos quedar en los paradigmas clásicos. Como docente debo cambiar, no para ser alcahueta sino para mirar cómo mediar en los procesos de aprendizaje", sentenció.
Hay que leer
Adicionalmente, entre los desequilibrios que vive la sociedad hay una serie de aspectos intangibles, como el capital cultural que se adquiere fundamentalmente a través de la lectura. Quienes carezcan del interés y la competencia están destinados a estar tras la brecha de la desigualdad.
Para encarar esta problemática el docente Jorge Hernán Arbeláez comenta que los ministerios de Cultura y Educación adelantan programas de lectura y bibliotecas para ofrecer talleres de acompañamiento. Por su parte, la Asociación Colombiana de Universidades (Ascún) cuenta con una Red de Lectura en la Educación Superior.
Alejandro Higuita, docente del programa de Comunicación social y periodismo de la Universidad de Manizales, expresó que es un aspecto cultural que se debe incentivar desde la familia. Según él, si los hijos no ven a sus padres leer, mucho menos ellos lo harán. Agregó que la creencia de que internet lo suple todo ha provocado que los adolescentes y jóvenes amen menos la lectura.
"Se están alejando del ritual de leer en espacios aislados, ahora lo hacen en Juan Valdez, o leen en el computador cuando están conectados a las redes sociales, lo que los distrae. La responsabilidad es compartida entre docentes y padres de familia", concluyó.
Recomendaciones
* Aborde un párrafo de un texto y resalte dos oraciones que considere que sean la idea central del párrafo. Cuando las tenga, redacte lo que comprendió de esas dos oraciones. El ejercicio va en doble sentido: para comprobar comprensión de lectura y para aprender a escribir.
* A la semana escriba, mínimo, media página, así sea de sus experiencias personales.
* Tome una noticia de un periódico o revista y vuelva a escribirla de manera más corta, sin dañar el sentido del artículo.
* Al finalizar la lectura de un texto, hágase las siguientes preguntas para verificar qué tan completo está: qué, quién, cuándo, dónde, por qué y cómo.
* Léase en voz alta.
Reconocen las dificultades
Universidad Autónoma
Juan Camilo Aguirre, Ingeniería Industrial
Eso se debe a la falta de lectura, además hay mucha pereza y los docentes en los colegios no le exigían a uno.
Juan Guillermo Alzate, Ingeniería Mecánica
Se nota la dificultad cuando hay que escribir artículos científicos. Además hay mucho plagio porque se cree que en internet todo está hecho.
Universidad de Manizales
Xiomara Valencia, Ingeniería de Sistemas
No nos orientaron bien en lengua castellana en el colegio y cuando uno llega a la universidad se choca y hay estudiantes que no saben ni diferenciar entre un ensayo y un resumen.
Jenny Alejandra Zapata, Comunicación social y periodismo
Uno llega a la universidad con varias dificultades porque el grado exigencia en el colegio estaba por el suelo. Por ejemplo, falta de comprensión y argumentación.
Universidad de Caldas
Cristian Felipe Delgado, Licenciatura en educación física
Falta comprensión en lo que se escribe y finalmente se lee. Ese problema viene desde las educación en primaria y secundaria.
Julio César Sánchez, Veterinaria y Zootecnia
Es muy limitado el léxico y eso se debe a la falta de lectura.
Universidad Nacional
Juan Pablo Ortiz, Administración de Empresas
Eso no pasa aquí, pero sí en otras universidades. Conozco amigos que tienen deficiencias a la hora de redactar un ensayo o composición.
Mauricio Castro, Ingeniería Civil
Depende de las carreras, por ejemplo en las ingenierías existen esos problemas y los profesores no nos inculcan eso.
Universidad Católica
Ximena Naranjo, Ingeniería Telemática
Eso sucede porque no leemos.
Pedro Flórez, Administración Turística
Lo he notado con compañeros que a la hora de escribir tienen problemas conceptuales y no hay estructura en la redacción de los textos.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015