Le apuestan al Pacto por la educación

Su objetivo es fijar la educación como la principal prioridad nacional. Por eso sacan tiempo de su vida universitaria para participar en las diferentes actividades del Pacto por la educación.

Es común verlos visitando escuelas, colegios y universidades de la ciudad, en pedagogía escolar y socializando el decálogo (ver recuadro) de Todos por la educación, que invita a cada miembro de la sociedad a comprometerse con el tema educativo.

Se trata de los voluntarios universitarios manizaleños del Pacto por la educación: Vanessa Peñaloza Rincón, Valentina Torres Ordoñez, Hellen Montes Arango, Lizeth Chilatra Arcila, Andrea Grisales, Vanessa Salazar Hoyos, Yaneth Cardona Orozco, Julián Andrés García, Sergio Daniel Gaviria Ramírez, Juan Camilo López Rojas, Juan Daniel Gaviria, Luis Miguel Olarte y Santiago Arias Quintero.

Santiago Castellanos, coordinador en la capital de Caldas de esta iniciativa, apoyada por Manizales cómo vamos y Empresarios por la educación, Universidad de Caldas y Fe y Alegría, destaca de estos jóvenes que salen de su posición de comodidad para donar tiempo, esfuerzo, conocimiento y solidaridad con su comunidad.

La mayoría de voluntarios trabaja por la educación desde marzo de este año, algunos se inscribieron en la página web de la iniciativa, otros llegaron por el voz a voz, pero en lo que sí coinciden es en el compromiso de que la calidad sea lo más importante en la política educativa y la excelencia docente, un elemento fundamental de la misma.

Durante estos meses han visitado las universidades Autónoma y Manizales, además de los colegios Nuestra Señora de Fátima y Escuela Normal Superior de Manizales. El pasado fin de semana estuvieron en el barrio San Ignacio de la
Comuna San José, donde con actividades lúdicas, deportivas y culturales, firmaron el Pacto por la educación con habitantes de este sector, con el fin de incentivar la educación en el aula de clase y en todos los lugares donde esta sea lo más importante.

"Nuestra labor es llegar a las personas, niños, jóvenes y adultos, con argumentos acerca de qué es Todos por la educación y los 10 puntos por lo cuales hacemos firmar el pacto", explica la voluntaria Lizeth Chilatra Arcila, estudiante de Comunicación Social y Periodismo de la Universidad de Manizales.

Agrega que lo más complicado ha sido explicarle a la comunidad que la educación no solo es compromiso del Gobierno, sino de todos. "Ha sido una experiencia enriquecedora, porque somos partícipes de una iniciativa revolucionaria, además es una protesta en contra de la mala educación que se brinda en el país".

Igual piensa Juan Camilo López Rojas, estudiante de Ciencias Políticas en la Universidad Autónoma, quien asegura que el mejor ejemplo sobre el nivel de la educación en Colombia lo entregaron los resultados de las pruebas PISA en las que se rajó el país.
"Queremos plantear una discusión sobre la importancia de la educación, desde la primera infancia, pasando por la básica, media y superior. Es la única forma de lograr el desarrollo".

La meta es que para el 7 de agosto, día de la posesión del nuevo Presidente de la república, se hayan recogido un millón de firmas. En Manizales van 8.500. El objetivo es entregárselas y decirles que los ciudadanos desean que la educación sea el primer punto de su agenda.

Decálogo

1. La educación es prioridad nacional.

2. El fin de la educación es acabar con la inequidad y construir una sociedad en paz.

3. La calidad es el elemento más importante en la política educativa.

4. Excelentes docentes para una mejor educación.

5. La educación es el punto de integración de la familia, la comunidad, el Gobierno y la empresa privada.

6. Mejoramos en el control, vigilancia y rendición de cuentas.

7. Aumentar la financiación de la educación.

8. La primera infancia es la base de todo proceso educativo.

9. Un acceso más diverso, amplio e incluyente a la educación técnica, tecnológica, y profesional.

10. Velaremos juntos por el cumplimiento de este pacto.

Foto | Cortesía | LA PATRIA
Santiago Arias, en su labor pedagógica.

Sergio Daniel Gaviria Ramírez en el proceso de recolección de firmas.

No solo los salones de clase son propicios para difundir la iniciativa sino espacios como las cafeterías de las universidades.