Riesgo y suerte son palabras que resumen la vida de Hernán Penagos Giraldo, congresista caldense, de 41 años, que tiene previsto asumir hoy la presidencia de la Cámara de Representantes.
Su rápido ascenso en la política regional y nacional (en el 2008 era un asambleísta inexperto) es producto de decisiones que algunos califican de arriesgadas, en las que ha tenido la suerte de salir adelante.
El hijo mayor de don Ramón Penagos y doña Rosita Giraldo, ambos provenientes de familias campesinas del oriente del departamento, llegará a esa posición siendo primíparo en la Cámara. Sería el primer caso en 50 años, por lo menos.
Compañeros congresistas y subalternos lo ven como una persona tranquila y conciliadora, lo que contrasta con su espíritu cuestionador del que son blancos la injusticia y la inequidad.
En el parlamento saben que no llegó a "calentar silla", y un destacado abogado que lo conoce desde niño y con el que se reúne con frecuencia en Bogotá asegura: "su compromiso es que el Estado llegue a ser el espacio económico, político y social justo para todos".
Para llegar a donde está, Penagos ha pasado por toda clase de experiencias desde su infancia en Samaná (Caldas), en las que los sueños unidos a la acción le permitieron ir ascendiendo, hasta el punto de ganarse el respeto de políticos de vertientes opositoras, como el liberal Néstor Toro Villa, quien confiesa: "lo admiro por su fuerza argumentativa y su capacidad de gestión, no es normal que alguien tan nuevo ascienda tan rápido en la política".
Alguien "muy distinto"
Desde muy pequeño a Penagos se le notaba que no se quedaría solo con las explicaciones de sus maestros. Aunque era callado, según su mamá, siempre demostró inteligencia. “Le gustaba experimentar y averiguarlo todo. A veces me tocaba reprenderlo por dañar las cosas”. Sobre ese asunto, Roger, su único hermano, añade: “Desbarataba radios para ver de dónde salía la voz”.
Quienes lo conocieron en la Escuela Daniel María López, donde ingresó a los 5 años, revelan que era muy estudioso y, pese a una gran timidez, siempre se hacía notar en el grupo.
Es alguien muy distinto al resto de la familia. "Siempre buscaba hacer algo original", cuenta Roger, y complementa: "Mi mamá le dio una moto a los 14 años, y un día se fue en ella hasta Victoria".
Su primo John Zuluaga expresa que Penagos ha sido su mejor amigo. "Nos criamos juntos en Samaná". Sostiene que era como la mascota de un grupo de muchachos de 20 años, cuando él apenas tenía 14. “Le gustaba siempre estar con los más grandes”.
"Tenía que coger juicio"
Cuando estudió en el Instituto Integrado San Agustín, de Samaná, se metió a danzas y a la banda de guerra, "y se hizo bachiller a los 15 años", anota Roger.
Recién graduado salió hacia Bogotá a estudiar ingeniería de sistemas, "porque era muy bueno en matemáticas", comenta el político, pero solo cursó un semestre y se devolvió. Por eso, según su mamá: “lo dejamos sin estudiar un tiempo, porque tenía que coger juicio”.
En Samaná, durante dos años, se dedicó a dar vueltas por el pueblo, hablar con amigas, jugar fútbol y parrandear, como todo joven sin oficio. Se hizo popular por su chispa en la charla. "Nos hacía reír mucho", menciona Roger.
También se hizo visible por su habilidad deportiva. Zuluaga recuerda que “era un flaco muy buen puntero izquierdo, y dos veces fuimos campeones con un equipo que patrocinaba una discoteca”.
Cuando necesitaron un mensajero en el Banco Cafetero lo contrataron a él, y al poco tiempo ascendió a auxiliar administrativo. Aunque la carrera bancaria era promisoria, al cumplir un año renunció para volver a salir del pueblo.
"Ha sido muy arriesgado en sus decisiones", explica su hermano, y doña Rosita agrega: “Con lo que se ganó en el banco se fue a estudiar economía a la Universidad de Manizales”.
Encontró el camino
En Manizales, para sobrevivir y estudiar, se asoció con Zuluaga. Montaron un almacén de ropa en el centro comercial Parque Caldas y se dedicó a vender prendas por todo el país.
Según su primo, con Penagos vivió una juventud muy divertida. “Y todavía tenemos una amistad muy bonita”.
Ambos estuvieron dedicados al comercio durante años y les fue bien. “Él ha sido de mucho empuje, y desde que salió de Samaná se avispó más”, recalca Zuluaga.
Cuando iba en la mitad de su segunda carrera, Penagos pensó que la economía no era lo suyo. Así que, sin decirle nada a nadie, se retiró y se fue a Medellín a estudiar derecho.
En vacaciones se iba a Samaná y su mamá le preguntaba por qué llevaba libros de abogados, a lo que su hijo respondía que en economía también había que aprender de leyes.
Solo cuando doña Rosita calculó que estaba a punto de graduarse y comenzó a organizar la fiesta Penagos se confesó: "Mamá, estoy estudiando derecho hace tiempo en Medellín, y ya voy en cuarto año".
Según Roger ese fue un gran golpe para doña Rosita, pues era ya su tercera carrera. "Ella solo tragó agüita, porque ¿qué más podía hacer?". Penagos, sin embargo, se sentía feliz. Había encontrado lo que lo llenaba.
Para sostenerse en Medellín ejerció varios oficios: vendedor de libros, ayudante de un profesor, dependiente del asesor jurídico de la Arquidiócesis y, por último, montó una oficina con tres compañeros de carrera, al frente de la Alpujarra.
Pasión por lo público
Apenas terminó se fue a Fresno (Tolima) a hacer la pasantía en una Comisaría de Familia. Después se especializó en derecho administrativo en la Universidad de Caldas, y luego en servicios públicos en la Universidad Externado de Colombia, en Bogotá.
El ingeniero Alonso Parra, quien conoció a Penagos en 1999, recuerda que fueron compañeros en la Alcaldía de ese municipio, donde el primero fue secretario de Planeación y el segundo de Gobierno durante un año.
Después se volvió asesor jurídico, tarea que desempeñó hasta el 2006. Hizo igual oficio en la Gobernación del Tolima, y en cerca de 12 alcaldías del norte de ese departamento y del oriente caldense.
El ingeniero lo vio siempre como una persona dada a la comunidad. "Nos regañaba de buena manera y le hacíamos caso por su conocimiento y porque nadie pelea con él”.
Según Penagos, fue en esa época cuando se apasionó por lo público y comenzó a hacer trabajo comunitario en Samaná. Conseguía amigos médicos y hacía jornadas gratuitas para los más pobres. "Y comencé a ser muy activo en las colonias de samaneños en Manizales y otras ciudades".
Por eso es que su mamá asevera: "Desde Fresno le cogió gusto a la política”.
De aprendiz a experto
A principios del 2007 unos amigos le ofrecieron ser candidato a la Alcaldía de Samaná, lo que rechazó contundente: “Ser alcalde es muy difícil, sobre todo en un municipio pequeño y pobre”.
Poco después lo invitaron a lanzarse a la Asamblea de Caldas, lo que finalmente aceptó. Nadie del Partido de la U se preocupó, pues no estaba en la lista de posibles diputados.
En esa época la presencia de las Farc en el oriente era fuerte y la guerrilla amenazó a los miembros de la U. El 7 de octubre del 2007 (20 días antes de elecciones) el aspirante a la alcaldía Jesús Montoya Torres fue asesinado en zona rural de Samaná.
“Fue el momento más complejo de mi vida. Yo iba a encontrarme con él en esa vereda y me salvé. Por la gracia de Dios no alcancé a llegar a tiempo”, exclama Penagos.
Esa situación lo llevó a entender el riesgo de la política, pero también logró que los medios lo entrevistaran en Manizales. “Fueron 20 días muy tristes, muy malucos”. Al final su votación fue suficiente para hacerse a una curul.
Ya en la Asamblea lideró varios debates de control político. Para el segundo año se hizo nombrar presidente de la corporación, cargo que ocupó siete meses, hasta cuando renunció para aspirar a la Cámara. Muchos en su partido se opusieron, pues lo consideraban biche para dar ese paso. “No consulté porque si lo hacía no me iban a dar el aval. Renuncié y dije: Dios proveerá”.
Y Dios proveyó: tuvo la segunda votación para Cámara y la primera de su partido en Caldas. Así, tras la elección de Juan Manuel Santos como presidente y la creación de la Unidad Nacional, logró algo clave: “Me eligieron compromisario de la U para distribuir las dignidades en el Congreso”.
Hizo alianzas y se ganó un espacio que lo llevó a ser postulado para presidir la Cámara en la última legislatura. Hoy ese acuerdo debe ser concretado.
Penagos reconoce que es un riesgo más que asume, una más de sus apuestas bien calculadas: "Yo me fijo metas a mediano plazo. Eso da la ventaja de que si no se cumplen ya hay un trabajo realizado”.
Por lo general ha tenido ventura al decidir. “Soy muy afortunado. Creo que no se puede dejar ir ese momento en el que aparece la oportunidad”.
Hoy muchos le desean suerte. “Penagos le va a servir mucho al país”, asegura su amigo Alonso Parra.
Vena política
¿De dónde surge la vena política de Penagos? Su mamá fue maestra durante 32 años, y sus tíos por esa rama se han dedicado más al ganado y al comercio. “De toda la familia, la que más se preocupó por estudiar fui yo”, dice doña Rosita.
La herencia pública de su padre parece más clara. Don Ramón Penagos fue secretario de la Alcaldía de Samaná durante 12 años y luego trabajó 20 años en juzgados municipales del Tolima, hasta que se pensionó. El año pasado falleció en Fresno.
Carrera política meteórica
-Comienzos del 2007
Partido de la U le ofrece aspirar a la Alcaldía de Samaná (Caldas), pero poco después decide buscar la Asamblea.
-Octubre 30 del 2007
Es elegido diputado, con de 8.600 votos.
-Octubre 28 del 2008
Lo eligen presidente la Asamblea, con 10 votos a favor, derrotando al liberal Néstor Toro, que solo obtiene 4. Es la primera vez en, por lo menos, 30 años que un diputado diferente a la coalición yepo-barquista ocupa esa posición.
-Enero 2 del 2009
Asume como presidente de la Asamblea.
-Agosto 1 del 2009
Renuncia a la Asamblea y anuncia su sorpresiva candidatura a la Cámara de Representantes.
-Marzo 14 del 2010
Es elegido representante a la Cámara, con la segunda votación en el departamento (20.607 votos). La primera fue para su cuñado, el conservador yepista Jorge Hernán Meza Botero (27.878 votos).
-Julio 20 del 2010
Se posesiona como representante a la Cámara.
-Julio del 2010
Logra que lo postulen para presidir la Cámara de Representantes, del 20 de julio del 2013 al 16 de junio del 2014.
-Abril del 2013
Los partidos de la Unidad Nacional ratifican su respaldo para elegirlo hoy presidente de la Cámara.
El dato
Está casado con Norma Beatriz Meza Botero desde hace siete años, con quien tiene un hijo de 6 años, llamado Tomás.
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