Después de 49 años, Roberto Gerlein se retira de su curul en el Senado

COLPRENSA | LA PATRIA

Político y politiquero, conservador de racamandaca, controvertido por sus principios morales y religiosos, y además, por ser el senador más veterano que tiene Colombia, son algunas de las características a las que se hace referencia cuando se menciona el nombre de Víctor Roberto Gerlein Echavarria, quien llegó al Congreso de la República en 1974.  

Hoy, cuando este barranquillero abría el camino para su quinta década en el legislativo, sorprendió al país político con su decisión de desistir de una nueva aspiración para repetir en el cargo (2018 - 2022), lo cual deseaba hacer en la lista de su tradicional Partido Conservador y para lo cual se había inscrito en diciembre pasado. 

Evaristo Lourdui, un veterano de la política conservadora le dijo en alguna ocasión a Gerlein que no se dejara picar por la mosca de la Presidencia de la República y literalmente le hizo caso. 
Roberto Gerlein es el congresista que más ha tenido que tratar con las políticas de los diferentes presidentes de la República, bien sea apoyándolas (casi siempre) o en la oposición.  

Con el paso de los años se convirtió en un referente obligatorio para cualquier gobierno en el Senado. Gerlein fue clave en apoyar a Álvaro Uribe en sus dos gobiernos, tal como lo ha hecho en estos ocho que tuvo Juan Manuel Santos, a quien acompañó desde el comienzo y en especial en el tema de la negociación del proceso de paz.  

Con orgullo dice que es el más puro de los conservadores y recuerda que llegó a la casa azul en 1964 cuando se inscribió para concejal de Barranquilla, dejando de lado la profesión en que se formó: el derecho, todo para dedicarse a la política.  

Sus postulados católicos y principios de familia lo han marcado, en especial en 2014 cuando enfrentó la tendencia social que pregonó la posibilidad de la unión entre parejas del mismo sexo y que se conoció como ‘mujer con mujer y hombre con hombre’. 
En su momento, Gerlein se refirió a este aspecto como un hecho que “contraría la naturaleza. Porque no genera vida”, insistió en su momento, aunque aclaró que respetaba la condición de los homosexuales.  

“Digo lo que pienso y trato de pensar lo que digo”, respondió el veterano dirigente conservador cuando se le preguntó si no le preocupa que sus postulados en ocasiones pusieran en aprietos a su partido o a él personalmente.  

En su hoja de vida Gerlein dice llevar también con satisfacción el haber sido gobernador de su departamento, el Atlántico, ministro de Desarrollo, embajador ante las Naciones Unidas y representante a la Cámara.  

El retiro

Su decisión de no seguir en el Congreso por otros cuatro años la hace fundamentado en razones médicas y claro políticas. En salud, porque desde hace poco más de cinco años ha venido teniendo problemas con su corazón.  

Eso le ha motivado a que los médicos le recomienden no venir a Bogotá por la altura. Su presencia es obligada porque el Congreso de la República sesiona en la capital, de ahí que en el último año estuvo algunos meses con incapacidad médica para asistir.  

“Hoy voy a presentar mi carta de renuncia a mis aspiraciones de volver al Senado…, cuando el tiempo avisa hay que hacerle caso”, sostuvo el senador a medios en Barranquilla.  

Su retiro igualmente se da porque ha venido perdiendo respaldo político, aunque es innegable que su salida de la plaza pública, porque de seguro seguirá en la política para hacer algunos guiños, afectará en algo las toldas azules. Cómo negar tal condición si en la contienda pasada se alzó con cerca de 130.000 votos. 
Una casa es clara, hoy Gerlein ya no es el gran elector de hace unos años, y para este 2018 la estructura política que siempre le acompañaba se fue con otro dirigente del conservatismo.  

En medio de las preguntas que desde distintos sectores se hacen acerca de cuál será el merecedor del caudal electoral que aún le queda al parlamentario, o quién será el heredero de una empresa política como la que ya tenía bien consolidad Gerlenin, abren las compuertas para tratar de percibir hacia qué lado mirará este dirigente. 
Lo cierto por ahora, es que entre las preferencias del barranquilleron no se descarta el que para marzo próximo apoye a otro candidato conservador y no se descarta alguno del uribismo en el Centro Democrático.