Mateo Yepes Serna
LA PATRIA | MANIZALES
Desde el 2008 funcionó el Observatorio del Concejo de Manizales, iniciativa de veeduría ciudadana dirigida por el docente universitario y politólogo Juan Camilo Arroyave, quien indicó que el seguimiento y el control social logró reducir el ausentismo en la corporación. “Los concejales empezaron a sentir presión y más compromiso con la asistencia a las plenarias”, dijo.
Arroyave trabajó con el observatorio hasta el 2013, cuando por falta de recursos dejó de hacer control social. El Departamento de Humanidades de la Universidad de Manizales intentó hacer algo parecido, pero no funcionó. Ahora, la Corporación Cívica de Caldas (CCC) retomó estas veedurías en el Concejo.
Camilo Vallejo, gerente de la entidad, sostuvo que los primeros datos que se recogieron fueron el resultado de un derecho de petición que se envió al Concejo de Manizales.
La respuesta incluyó la información sobre las ausencias en el primer llamado a lista. Faltan los indicadores de permanencia que verifican si el concejal se queda durante toda la sesión o abandona el recinto antes de que termine.
Los números recogidos mostraron que entre los más ausentes se encuentran los concejales Julián Eliécer Fonseca, del Partido Conservador y Carlos Mario Marín, del Partido Verde, quienes faltaron 12 veces cada uno.
El primero afirmó que las ausencias fueron por un viaje personal a Europa, planeado con anterioridad, pues las sesiones se citaron ad honorem.
Según Marín, sus ausencias se debieron a un viaje a Bogotá para una reunión de Dirección Nacional de su partido y motivos académicos. Añadió que las demás ausencias en sesiones extraordinarias fueron resultado de llamados a quórum, que se pueden realizar en cualquier momento de la sesión, y que sorprenden a los concejales fuera del recinto.
Los que siguen en la lista de ausentes son Manuel Orlando Correa y Carlos Humberto Velásquez, ambos de La U, y Rafael Torregroza, del Partido Liberal. Cada uno tuvo cuatro faltas.
Ir no es suficiente
Si bien los números de las asistencias son buenos, eso no significa que por naturaleza los concejales hagan un buen trabajo. Según la última encuesta de percepción ciudadana, realizada por Manizales cómo vamos, solo el 16% de los manizaleños encuestados calificó como buena la gestión de la entidad.
Vallejo y Arroyave coincidieron en que, más que verificar si los concejales asisten o no a las plenarias, la veeduría ciudadana deberá revisar otros elementos importantes como la cantidad y calidad de las intervenciones, y el tiempo total que duran los concejales dentro del recinto.
¿Cómo trabaja el Concejo?
1. Sesiones ordinarias: los concejales sesionan tres períodos al año. En 2018 el primero fue de marzo a abril; el segundo fue de junio a julio; y el tercero, será de octubre a noviembre, con el fin de estudiar el presupuesto del 2019.
2. Sesiones extraordinarias: el alcalde tiene derecho a convocar 40 sesiones fuera del período de sesiones regular.
3. Sesiones ad honorem: si el alcalde quema las 40 sesiones, puede llamar de nuevo a los concejales, pero sin el pago de honorarios.
¿Cuánto ganan los concejales?
De acuerdo con la Federación Colombiana de Concejos y Concejales, los miembros del Concejo de Manizales reciben por sesión atendida $408 mil 703 sin descontar la retención en la fuente. Si los concejales faltan a las plenarias no obtienen los honorarios así tengan incapacidad médica o cualquier otra razón justificada.
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