Carlos Mario Marín, de criticado a alabado en el Concejo de Manizales

MARTHA LUCÍA GÓMEZ Y YAJANDRA GALVÁN

LA PATRIA | MANIZALES

Hasta la semana pasada, Carlos Mario Marín Correa era el concejal más criticado del Concejo de Manizales. Y en un par de días se convirtió en el más felicitado, incluso por quienes fueron sus acérrimos contradictores. Ganó las elecciones del domingo y es el próximo alcalde de la capital de Caldas.

Así se vio el martes en la tarde, cuando estaba convocada una sesión del Concejo para socializar el proyecto con el fin que el municipio sea parte de la Asociación Internacional de Ciudades Educadoras (AICE). El tema pasó a segundo plano, pues el alcalde electo se llevó toda la atención.

“Tan bello”, fue lo primero que le dijo a Marín Correa la auxiliar administrativa Alba Soto cuando lo vio entrar, y se le lanzó a abrazarlo. El pasillo que lleva al recinto principal de la corporación y por donde se extienden las oficinas se convirtió en una pasarela para Marín Correa y su novia, Valentina Acevedo, con quien llegó de la mano. “Es el triunfo de los manizaleños”, parecía no cansarse de responder el futuro mandatario.

El primer concejal en salir a recibirlo fue el conservador Julián Eliécer Fonseca, que también le dio sus palmaditas en la espalda. Caso contrario ocurrió cuando Marín Correa ingresó a la oficina de Control Interno, donde se encontraban los concejales Andrés González, también conservador, y Jorge Alberto Betancurt, del Centro Democrático, y con quien protagonizó la semana pasada el último enfrentamiento político en la corporación. Este le dio al próximo alcalde un saludo verbal entre los dientes. Marín Correa les dijo: “cómo les ha ido muchachos. Vamos a trabajar por todos, incluso por los contradictores. Es el momento de unir la ciudad”.

Felicitaciones

Estaba a mitad de camino al recinto, y el sudor le corría por el rostro que se le tornaba enrojecido. De las oficinas salían funcionarios, hombres y mujeres, felicitándolo y deseándole que le vaya muy bien. El futuro alcalde entró a la secretaría de la Presidencia, preguntó por Héctor Fabio Delgado, actual presidente y concejal liberal que pertenece a la bancada del actual gobierno, e ingresó a su despacho. “Este es un triunfo de la ciudad”, le dijo a Delgado, quien le respondió: “Así es, así es”. “Me acaba de llamar el alcalde -José Octavio Cardona-, lo sentí en una actitud muy generosa”, le agregó Marín. “Tiene que ser así”, le contestó Delgado.

Hablaron unos minutos a puerta cerrada, y el alcalde electo siguió recibiendo saludos de quienes otrora lo criticaron por sus posiciones contra la Administración o incluso contra los mismos concejales y la corporación. Por fin ingresó al recinto, donde ya estaban en sus curules cuatro concejales. Otro conservador, Simón Ramírez, también inició la seguidilla de abrazos. “Parce, en la buena”, le dijo; Diego Espinosa, de la U, le expresó, “felicitaciones parce, con todo el corazón”, y el ahora liberal Yhon Eduard Orozco, que ocupa curul por Opción Ciudadana, lo felicitó, pero de mano.

El auxiliar administrativo Jorge Hernán González le manifestó: “mano, le deseo lo mejor. Que le vaya bien”.

A la par también fueron ingresando secretarios de la actual Administración: Hacienda, Educación, Tránsito; unos lo saludaron con más efusividad que otros.

Mensajes

El alcalde electo se sentó en su curul, escritorio lleno de papeles y documentos, mientras otros le iban llegando de manos de las auxiliares. Todo el mundo le sonreía, ya nadie lo miraba con cajas destempladas como en anteriores oportunidades cuando expresaba sus posiciones que para muchos fueron piedras en el zapato por lo ácidas. Incluso un ciudadano que a a esa hora estaba en el recinto atinó a decir que ahora sí le llevaban tinto y agua a Carlos Mario, porque antes era el último.

Se inició la sesión. Marín Correa se encontraba en su oficina de concejal, en el segundo piso de la corporación. Luego bajó al recinto principal y saludó, uno a uno a los 18 concejales restantes, incluso hasta con quienes tuvo fuertes enfrentamientos como la concejal Margarita Méndez y Manuel Correa, ambos de la U, por señalamientos de presunto maltrato a la mujer y homofobia.

El acercamiento esperado era con la bancada liberal, con la que tanto tropel armó Marín en sus tres años y nueve meses en la corporación. Allí se encontraban Rafael Torregrosa, al que criticó por su origen costeño; Víctor Cortés, que le alzó la voz y se enganchó en discusiones en varias oportunidades, y César Díaz, al que todavía le duele pensar que Marín dijo que ese Concejo era un circo.

No obstante, el ganador de las elecciones del domingo aseguró que ya pasó la página y que por el bien de la ciudad hay que dejar estos hechos atrás. Méndez, Correa, Cortés y Torregrosa también le dieron un apretado abrazo, y a partir de ahí comenzaron las felicitaciones verbales al futuro alcalde, los deseos de que le vaya bien y los buenos augurios por la sabiduría para gobernar.

El comentario más fuerte de la sesión fue el del concejal uribista Jorge Betancurt. “Espero que pueda construir sin pararse en los demás. Como alcalde tiene una responsabilidad gigantesca, usted tiene capacidades para lograrlo, pero tiene que cambiar muchas cosas. Lo tenemos que rodear para que así lo logre”.

Marín escuchó a todos con una calma que hace unas pocas semanas no tenía. Fue su última sesión en esta corporación que tanto lo criticó. Ayer presentó renuncia a su curul para darle paso a gobernar a Manizales.

Sobre el Concejo

El futuro alcalde le dijo a LA PATRIA: “Por el Concejo de Manizales tengo total respeto y admiración, es el escenario de la democracia. Estoy muy contento por lo que pasó en estas elecciones con el Concejo, habrá una renovación, hace cuatro años eran pocos los nuevos, hoy solo quedan siete de los antiguos concejales”.

Renunció al Concejo

Carlos Mario Marín dejó ayer una silla vacía en el Concejo de Manizales. Presentó su renuncia a las 8:20 a.m. ante los concejales y medios de comunicación. "Haber hecho parte de la junta directiva me llenó de orgullo como manizaleño, ha sido la experiencia más bonita y gratificante que me dejó la vida. Este es el mejor escenario para que las nuevas generaciones lleguen a liderar la política". Agregó que el próximo año va a necesitar un Concejo con una agenda clara para hacer un buen gobierno.

Tras la renuncia del alcalde electo a su curul del Partido Alianza Verde en el Concejo de Manizales le corresponde ocuparla en los dos meses que faltan al que le siguió en lista en la elección del 2015, es decir a Julián Pineda, quien militó allí hasta hace unos ocho meses en el Verde, cuando renunció, y por eso no puede aceptar. Fue electo próximo concejal, pero por el Partido Liberal. El siguiente en lista es José Rivadeneira, que debe demostrar su militancia en el Verde o de lo contrario le corresponderá la curul, por dos meses, a Víctor Caicedo, que fue candidato a próximo concejal, pero se quemó. La Registraduría debe enviarle al Concejo el listado de elegibles, para que notifiquen y luego posesionen al que llene los requisitos.

Encuentro con el alcalde, José Octavio Cardona

Fueron tres años y nueve meses de pullas entre el alcalde saliente, José Octavio Cardona, y el entonces concejal del Partido Verde y alcalde electo, Carlos Mario Marín. Este último nunca se le quedó callado y no dudó en criticar a Cardona cuando lo consideró. No obstante, con el triunfo de Marín, las cosas cambiaron. Ayer sostuvieron un primer encuentro de lo que será el empalme entre las dos administraciones.

En bicicleta y con su casco verde, así fue la llegada de Marín al despacho de Cardona. Antes de ingresar saludó a vendedores informales y transeúntes. Al ingresar al edificio saludó a los administrativos que encontraba a su paso. Se arrodilló en el oratorio del piso 15 de la Alcaldía por 10 segundos para rezar, al terminar decidió entrar al despacho municipal con su novia, Valentina Acevedo Cruz. El primer tema que abordaron fue el de seguridad.