Y llegó la prueba

omenzó un nuevo reto para la educación con el regreso a clases de los colegios del calendario A, en el que se encuentran la mayoría de estudiantes. En Caldas 52 instituciones públicas tienen aprobados protocolos de bioseguridad y en Manizales 10 colegios privados están listos para empezar y 8 oficiales esperan autorizaciones internas para permitirles la alternancia educativa, lo que trae un desafío mayor, pues se va a dar en plena alerta roja de la pandemia por covid-19 en la capital caldense. A pesar de las dudas que pueda haber, la confianza tiene que estar puesta en que las instituciones asumirán con todo el rigor exigido la prueba y en que los estudiantes y padres de familia sabrán también entender las obligaciones que se tienen para poder mantener la seguridad de todos.
La virtualidad el año pasado fue un aprendizaje para toda la comunidad educativa, no solo para los estudiantes y profesores. Muchos aprendieron a aprovechar de la mejor manera las tecnologías de la información y las comunicaciones para poder transmitir el conocimiento de la mejor manera, mientras que usaban herramientas y metodologías que permiten sacarles el mejor provecho de cara a las exigencias. No obstante, las dificultades técnicas, la falta de compromiso de unos cuantos y el no control de que los currículos estuvieran dándose en la forma adecuada también prendió las alarmas sobre la posibilidad de que muchos menores hayan recibido una educación de menor calidad, con lo cual la brecha educativa sigue creciendo y con ella la desigualdad social.
Es el momento de compartir las experiencias exitosas. Que quienes tengan una ventaja frente a otros en la adaptación a los nuevos esquemas compartan su trabajo para que se beneficie a toda la comunidad. Porque la alternancia significa parte en la escuela y parte en la casa, y seguramente muchos padres por motivos diversos optaron por dejar a sus hijos en casa, con lo cual el reto para el profesor va a ser mayor porque va a tener que preparar clase y dictarla al mismo tiempo a dos públicos en condiciones muy diferentes. Los ministerios de Educación y Salud y las secretarías de estos ramos deberán también atender a las necesidades que puedan presentar los docentes, pues ya varios se han quejado porque se afecta su salud mental y física.

Las universidades también se preparan para regresar a clases y en alternancia, aún hay muchos retos que no han sido resueltos y a esto se suman las dificultades que se tienen por las condiciones de la economía, que han obligado a muchos estudiantes a aplazar su retorno a las aulas. Manizales se ha resentido por esto, la ciudad universitaria que ha visto cómo muchos comerciantes y empresarios de servicios que vivían de este público se han afectado. Esperemos que la alternancia funcione y esto depende de que se sigan los protocolos como es debido y con el rigor, también de que se controle para que así sea.