La Oferta Pública de Adquisición (OPA) en la que el Grupo Gilinski, a través de la sociedad Nugil, pretende hacerse a la propiedad de Nutresa, y que ahora se expande a Sura, tiene en expectativa al empresariado colombiano, debido a lo que pueda significar que empresas tan emblemáticas del llamado Grupo Empresarial Antioqueño (GEA) cambien de manos y empiecen a ser administradas bajo criterios muy distintos a los aplicados hasta ahora. La situación obedece a un momento crucial que se vive en la Bolsa de Valores de Colombia (BVC), en la que las acciones de las dos empresas se venían transando en valores muy bajos, por distintas circunstancias de índole bursátil y macroeconómico. Al aparecer las OPA, las transacciones en Bolsa quedan congeladas, pero las acciones empiezan ahora a valorizarse.
El Grupo Gilinski, que pudo hacerse antes al manejo de Bancolombia tras un litigio comercial ganado a los empresarios de Antioquia, ve ahora la oportunidad de ingresar en otros sectores y lograr mayorías accionarias que le permitan el manejo de empresas, que se han caracterizado por un estilo gerencial en el que el interés por lo regional, por participar activamente en causas cívicas y por tener preocupaciones de interés general, podrían dar un paso en un sentido muy distinto, en el que la rentabilidad financiera y el desapego por la sensibilidad acostumbrada podrían imperar. Eso, necesariamente, conduciría a una reconfiguración y a un cambio de cultura del empresariado colombiano.
Sin embargo, antes de que eso se concrete, hay un largo proceso en el que incluso tendrán que analizarse posibles conflictos de interés, relacionados con estas operaciones. Ese es justamente el motivo de la asamblea extraordinaria de accionistas del Grupo Argos, este viernes, para que los socios se pronuncien sobre la OPA de Nutresa y se analice la oferta sin sombras de posible ilegalidad. Hay diversos asuntos económicos, legales y de alineación estratégica empresarial que tendrán que discutirse antes de dar vía libre a las OPA de Nutresa (que arranca en un 50,1% y podría ascender a 62,2%) y de Sura. Esta última comienza por el 25,34% del capital accionario con la posibilidad de subir al 31,68%, con un precio por acción de 8,01 dólares, según lo propuesto por Gilinski. Otras empresas que terminan vinculadas a la negociación, debido al sistema de enroque de inversiones que maneja el GEA, son Protección, Bancolombia y Enka de Colombia.
Hay una situación coyuntural que allana el camino al nuevo inversionista pagando barato, gracias a la necesidad de accionistas minoritarios de obtener recursos que les devuelva la tranquilidad alrededor de sus inversiones. No obstante, esta situación llevaría a que cambien los jugadores del tablero económico nacional y que el GEA se vea claramente debilitado en el corto y mediano plazo. Al tenerse a principios de esta semana las primeras 130 aceptaciones de la OPA sobre Nutresa por 85.914 acciones, todo indica que el sino está marcado.
Es paradójico que esto ocurra, justamente cuando Sura acaba de reportar ingresos por $18,2 billones, un alza de 17,4% frente a 2020, lo que representa una utilidad acumulada por $1,1 billones hasta septiembre, un incremento del 181,2%. Ojalá que las transformaciones que se avecinan no conduzcan a situaciones como la ocurrida con General Electric, uno de los emporios empresariales más importantes del mundo, que recientemente terminó liquidado ante la equivocada de decisión de privilegiar las decisiones desde una visión netamente financiera.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015