Una política cultural de verdad

Los hallazgos de la Contraloría Municipal, en los que se advierte que la manera como se contrató la Feria de Manizales del 2016 no fue correcta, y que por esa razón habrá decisiones administrativas y disciplinarias, llevó a que la Alcaldía presentara al Concejo Municipal un proyecto de acuerdo que fue aprobado esta semana, con el fin de entregarle a la Secretaría de Desarrollo Social, para que la incorpore en sus funciones, la responsabilidad de dirigir la política cultural y formular e impulsar las estrategias para promover los planes, programas y proyectos de índole artístico y cultural de la ciudad.
Desde hacía tiempo, de acuerdo con los implicados, se venía realizando un juego jurídico en la Administración Municipal para poder evadir los problemas que podrían derivarse de que la Alcaldía le entregara recursos al Instituto de Cultura y Turismo Municipal (ICTM), que por ser una entidad descentralizada no podría recibirlos. Para evitar ese tipo de problemas la Administración le entregaba los recursos a la Secretaría de Desarrollo Social, entidad que sin tener funciones para el manejo de la cultura, terminaba contratando todas las actividades de la Feria. 
Para justificar tal situación, esa dependencia celebraba un convenio interadministrativo con el ICTM, que actuaba como operador de todo el evento. Además de este curioso enroque, el instituto se veía en la necesidad de subcontratar casi todo el evento, al no contar con la capacidad operativa, de personal, logística y administrativa para cumplir, sobre lo cual se pronunció la Contraloría. Eso llevó a que el valor ejecutado a través de terceros correspondiera a cerca de $1.287 millones, el 83% del total.
Con el nuevo acuerdo, que también establece que las funciones de turismo del ICTM pasarán a la Secretaría TIC y Competitividad, surge ahora el reto de que lo que antes hacía el instituto tanto en cultura como en turismo en lugar de perder el rumbo definitivamente, encuentre ahora un norte que garantice que ambos asuntos desarrollen el mayor potencial posible en beneficio de la ciudad. Aunque la idea es que el ICTM siga siendo el operador de todos estos asuntos, la orientación de las políticas tiene que mejorar y estar bien focalizadas.
En ese sentido, por ejemplo, es fundamental que se apoyen más eventos como la Feria del Libro, que esta vez no recibió nada de la Administración Municipal, en lugar de seguir invirtiendo solo en conciertos de música popular. Si bien ese tipo de expresiones también son cultura, tales espectáculos aportan en diversión pero no en formación de los niños y jóvenes, que es lo que más debe impulsarse en una ciudad que pretenda ser educadora y universitaria como la nuestra. Se necesita, entonces, una política seria, trazada con mucha responsabilidad desde la Secretaría de Desarrollo Social, que sea muy afín con lo que queremos para el futuro de Manizales.

Con respecto a la contratación de la próxima Feria de Manizales y los demás programas que maneja el ICTM es fundamental que la Contraloría Municipal se mantenga al tanto, porque de acuerdo con la Lupa a la Contratación que LA PATRIA viene trabajando de la mano con la Corporación Cívica de Caldas, se ve que en ese instituto predominan los contratos directos, mientras que los concursos públicos y licitaciones son la excepción, casi nula. La autorización de cambio que se dio en el Concejo, si bien no es la óptima para darle un mejor manejo a la cultura en la ciudad, sí es una gran oportunidad de mejorar que no puede desaprovecharse.