El 15 de agosto el municipio de Anserma cumplió 480 años. Fue en esa fecha de 1539 cuando el conquistador español Jorge Robledo fundó Santa Ana de los Caballeros, que más tarde pasó a llamarse Anserma, ciudad conocida como la “Abuela” de Caldas por ser el municipio más antiguo de toda la región. De hecho, esta población del occidente caldense hace parte de las escasas ciudades fundadas en Colombia durante los primeros 50 años de la Conquista, al lado de San Sebastián de Urabá, Santa María la Antigua del Darién, Santa Marta, Cartagena de Indias, Cali, Popayán y Santa Fe de Bogotá.
En los vaivenes que ha tenido el poblado, en 1722 se vivió una situación especial que llevó a su traslado a donde hoy queda Anserma Nuevo, en el Valle del Cauca. Y más adelante la pequeña aldea que quedó en la actual Anserma pasó a depender del gobierno de Buga, y por mucho tiempo se le llamó Ansermaviejo, sin dejar de existir nunca.
Desde esa época hasta el presente el poblado ha sufrido muchas transformaciones, que lo han llevado a tener épocas de esplendor y estancamiento, pero sin perder su importancia en el desarrollo del occidente del departamento. En esa zona de Caldas el municipio de Anserma se destaca por su tamaño, por sus cerca de 32 mil habitantes, su valor histórico y por ser importante polo de desarrollo con influencia también en municipios del vecino departamento de Risaralda.
En cuanto a su economía, la minería fue una actividad destacada en sus inicios y así durante varios siglos. Actualmente la extracción de minerales sigue teniendo un lugar sobresaliente para los ansermeños, y para algunos pobladores es su única forma de sustento. El problema de que en proximidades del río Cauca se ejerza de manera inadecuada y peligrosa es algo que requiere mayor atención del Estado y de toma de conciencia de las comunidades. Lo ideal es avanzar hacia la legalización y formalización plena del sector.
En los últimos tiempos se vienen consolidando en este municipio los cultivos de plátano, aguacate, y cítricos, que complementan muy bien al tradicional café. También la ganadería. Por un tiempo el cultivo de morera y el desarrollo del gusano de seda ayudaron a dinamizar la actividad económica de Anserma, pero ya es poco lo que queda de esa práctica que tuvo impacto en la industria textil.
Si bien en el 2017 el municipio obtuvo un puntaje destacado en el Índice de Desempeño Integral, con 84,49, en otros indicadores administrativos el comportamiento no ha sido tan bueno, y todavía se tienen graves problemas en las Necesidades Básicas Insatisfechas (NBI) que se mantienen a la espera. También se plantean desafíos relevantes en la lucha contra la pobreza y en términos de equidad, como ocurre en buen parte de los municipios caldenses.
La actual construcción de la concesión Pacífico 3, que conectará todo el occidente de Caldas con Antioquia y el Océano Atlántico de manera más rápida, en la zona de Urabá, y que acortará el camino hacia el puerto de Buenaventura (Valle) en el Océano Pacífico, le abre importantes posibilidades a municipios como Anserma, que tiene terrenos por donde pasa la carretera. Los dirigentes de esta población, que se mantiene orgullosa en lo alto de la montaña y que en el pasado obtuvieron logros significativos, deben trabajar para garantizar que Anserma siga adelante, dando ejemplo de tesón y de fortaleza, como lo viene haciendo por casi cinco siglos.
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