La Cumbre del Clima (COP 25) terminó en Madrid, que la organizó en tiempo récord, luego de suspenderse en Chile en donde se tenía prevista inicialmente. Al final queda un potente mensaje a la humanidad entera para que extreme las medidas que ayuden a revertir la que hoy llaman crisis climática. Al tiempo, quedan de nuevo las frustraciones de que grandes potencias se apartan de los consensos que serían más prometedores y se hace difícil que las nuevas exigencias se puedan cumplir. No obstante, por lo menos 85 naciones se comprometieron a revisar en un año las metas que se habían fijado, con el fin de ver si es posible ponérselas más ambiciosas.
De los cinco mayores contaminadores del mundo cuatro rechazaron en septiembre pasado los acuerdos fijados ante el secretario de la ONU, Antonio Guterres, y cuyos compromisos fueron actualizados esta semana en la COP 25: Rusia, India, China y Estados Unidos. Este grupo se ha aferrado a que no está dispuesto a cambiar los compromisos fijados y, de acuerdo con los expertos, esto sin duda hará difícil el cumplimiento de los objetivos, sobre todo en emisiones de CO2.
El quinto, que sigue comprometido, es la Unión Europea que lidera el camino al cambio y que busca que podamos revertir el daño que se le está haciendo al planeta, porque la idea de los acuerdos es que solo se aumente la temperatura promedio en 1,5 grados con respecto a la preera industrial. A esto se suma, que la potencia norteamericana continúa adelante con el proceso para retirarse del Acuerdo de París, alcanzado en el 2015 y que ponía metas serias para reducir las emisiones de efecto invernadero.
El grito potente de jóvenes, que han sido representados por la figura de la sueca Greta Thunberg una vez más, debe ser escuchado, porque tienen razón cuando advierten del planeta que les estamos dejando, pues un grupo de importantes científicos la apoya. Es necesario que sus preocupaciones sean tenidas en cuenta y que se tomen las decisiones necesarias para que haya efectos reales. Cada ciudadano puede hacer algo, pero si no hay políticas públicas que involucren y obliguen a los grandes contaminadores los resultados no pasarán de una que otra pequeña victoria, sin impacto alguno.
Al tiempo, el Gobierno colombiano anunció la suscripción del acuerdo de Escazú, promovido por la ONU, que pretende que haya Acceso a la Información, Participación Pública y Acceso a la Justicia en Asuntos Ambientales en América Latina y el Caribe, con lo cual da un paso importante para no seguir evadiendo temas clave que tienen que ver con las responsabilidades del país para ayudar en el mejoramiento del medio ambiente, en atención a las solicitudes de las comunidades, pero esto deberá acompañarse de medidas que lleven a que se protejan nuestros bosques, las fuentes de agua y los recursos naturales de los que tanto nos preciamos, pero que hemos sido incapaces de cuidar como es debido. Se necesitan acciones para frenar el cambio climático, es hora de trascender de las discusiones.
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