En marzo del 2010 se pretendió poner en marcha en Manizales un ambicioso sistema de transporte público que sería modelo en el país. Había tanto convencimiento de ello, que la opción de obtener apoyo económico del Gobierno Nacional en un programa que se tenía para ciudades intermedias fue desechado. Se contaba en aquella ocasión con plataforma tecnológica, tarjetas electrónicas y la idea de que una empresa llamada TIM (Transporte Integrado de Manizales) nos podría llevar a estar en la vanguardia de los Sistemas Estratégicos de Transporte Público (SETP) en Colombia.
El triste recuerdo que tenemos es que la falta de divulgación del revolucionario cambio y otras acciones precipitadas y sin planeación impulsadas por la Administración Municipal de entonces, condujeron a un fracaso de tal magnitud que después de 9 años el transporte público de la capital caldense sigue, en su mayoría, bajo el mismo modelo de los años 90 del siglo pasado. Lo más complejo es que desde el 2010 hasta la fecha se ha hablado muchas veces de retomar la idea y estructurarla mejor, y siempre se han sacado miles de excusas para evadir la posibilidad de avanzar. Los recurrentes estudios son parte de esta novela de dilaciones.
La más reciente noticia en este aspecto es que se realiza un nuevo estudio que concluirá en el 2020, que costará $3.000 millones (aportados por Findeter, la Embajada de Gran Bretaña y la Alcaldía), con el que se busca analizar la integración del transporte público con los cables. Se tiene previsto que durante 44 semanas se hará una estructuración técnica, legal y financiera del Sistema Estratégico de Transporte Público (SETP) de Manizales y su área de influencia (Villamaría, Neira, Chinchiná y Palestina). La consultora Unión Temporal Durán & Osorio-Deloitte-Transconsult será la encargada de ejecutar esta tarea, y que en marzo del año entrante la entregará a la próxima administración.
Tomando en cuenta que desde el 2001 se hacen estudios de movilidad en Manizales, con miras a poner en marcha un sistema de transporte público moderno, cómodo, eficiente y con tarifas razonables, nuestra exigencia es que estos estudios sean aplicados, que no se conviertan en una nueva excusa para evitar el compromiso con las decisiones que se requieren para mejorar el transporte público. Estaríamos mejor si el estudio se hubiera anticipado, de tal manera que los resultados se conocieran antes, y hoy estuviéramos avanzando en implementar los cambios necesarios.
De todos modos, valdría la pena enfilar esfuerzos a retomar la idea de que el Gobierno Nacional le ayude a Manizales a financiar la transformación de su transporte público, como lo hizo ya con ciudades intermedias de características similares a la nuestra. De hecho, fue Planeación Nacional la que ayudó a financiar en el 2012 estudios de la consultora Steer Davies Gleave con ese objetivo, que terminaron engavetados sin que se lograra ponerlos en marcha. Esa misma consultora elaboró el Plan Maestro de Movilidad (PMM) entregado el año pasado, el cual ni siquiera se ha presentado al Concejo para ser incorporado al Plan de Ordenamiento Territorial (POT).
Es claro que para ejecutar el PMM durante los próximos 15 años se necesitan cerca de $1,6 billones, de los cuales el Gobierno Nacional debería aportar el 70%, y que allí se contempla que además de instalar nuevas líneas de cable aéreo se debe poner en marcha el SETP, donde todo esté integrado. Los alcances de toda esta estrategia deben llegar a desarrollar una visión metropolitana, en la que además de que la capital caldense esté bien conectada en su interior también lo esté con toda la región Centro sur de Caldas.
El uso de este sitio web implica la aceptación de los Términos y Condiciones y Políticas de privacidad de LA PATRIA S.A.
Todos los Derechos Reservados D.R.A. Prohibida su reproducción total o parcial, así como su traducción a cualquier idioma sin la autorización escrita de su titular. Reproduction in whole or in part, or translation without written permission is prohibited. All rights reserved 2015